Nuestra nación tiene problemas muy serios en materia de educación. Tenemos en algunos niveles de la enseñanza estudiantes que no aprenden bien y habrá que admitir que eso se debe en parte a que tenemos muchos profesores que no enseñan bien. Y está, también, el hecho irrefutable de que no se invierte lo necesario para mejorar la formación de los profesores para que también mejore el rendimiento de los estudiantes.
El Ministerio de Educación, por medio de una investigación aplicada por INTEC siguiendo directrices del ministerio, detectó que los estudiantes de cuarto nivel de enseñanza básica apenas dominan un 38% del contenido curricular en Lengua Española y Matemáticas. El resultado es alarmante si se toma en cuenta que, según la investigación, existían condiciones adecuadas, incluso de inversión, para un mejor rendimiento.
Los resultados de esa investigación confirman que el país necesita resolver muchos problemas y que para lograr el objetivo tiene que invertir más para mejorar la calidad profesoral y conseguir que mejore el rendimiento de los estudiantes en todos los niveles. También se necesita más inversión para adecuar las condiciones en las aulas, con equipos y recursos audiovisuales que faciliten una buena comunicación entre los educadores y sus interlocutores.
Nuestra cédula al mejor postor
Un común denominador en un número significativo de personas acusadas de tráfico de drogas, sicariato, lavado de activos y otros delitos es que lograron obtener con facilidad cédulas de identificación y electoral adulteradas.
El hecho de que nuestro documento de identificación personal haya caído en tantas manos indebidas indica que los controles para su expedición no son lo suficientemente estrictos y seguros.
El caso más reciente de este tipo es el del puertorriqueño Miguel Díaz Rivera, un perseguido por narcotráfico y homicidios que logró vivir diez años en nuestro país, amparado en documentos adulterados, viajar a su país y retornar como cualquier ciudadano ceñido a las reglas. Ya son muchos los casos de este tipo y todo hace creer que es fácil obtener estas cédulas y hacerlas pasar como auténticas.