Más música y  menos pastillas para los niños, recomienda psicóloga

Más música y  menos pastillas para los niños, recomienda psicóloga

Efe Reportaje. La música no acaba en su poder de amansar a las fieras sino que también sirve para un mejor desarrollo del niño en su primera etapa vital. La psicóloga infantil María Luisa Ferrerós nos explica qué tipo de música permite un desarrollo mejor del bebé para desarrollar sus capacidades futuras.

La música es la herramienta perfecta para el inicio del desarrollo del niño, ya que el sentido del oído es el primero en formarse por  completo, lo que ocurre en el  cuarto mes de gestación,

La música moderna de Queen y Elvis Presley son también muy necesarias para el crecimiento del bebé, y no sólo composiciones clásicas de Mozart o Bach.

No hay un único método de desarrollo con la música. Cada niño posee  sus propios biorritmos y requerirá  un tipo u otro de frecuencias musicales para cada momento del día y cada estado de ánimo.

Durante los primeros años de vida cada estímulo que llega a las conexiones neurológicas que se están creando es importantísimo, y la música, por su carácter multisensorial, puede ser la herramienta perfecta para un buen desarrollo en la primera etapa de vida.

La psicóloga infantil especializada en neuropsicología María Luisa Ferrerós defiende la música como parte clave en la infancia ya que, además de los beneficios que aporta en términos intelectuales, verbales y motrices, la música puede crear vínculos afectivos entre padres e hijos. En su libro “Inteligencia musical” (Editorial Libros Cúpula), Ferrerós enseña a estimular el desarrollo de los niños por medio de la música aprovechando los beneficios de las frecuencias musicales.

El primer sentido, el oído.  En una entrevista concedida a Efe-Reportajes, Ferrerós confirma que, dado que el oído es el primer sentido que se desarrolla –“al cuarto mes de gestación”, apunta, es importantísimo conocer los beneficios de la música desde los primeros pasos.

“Si llevas la música desde el embarazo, se convierte en algo fundamental, porque va ligado a una experiencia vivida que se une al recuerdo. Sin este estímulo intelectual, el impacto es mucho menor”, asegura.

Desarrollo global.  La multisensorialidad de la música provoca que el niño, en su etapa de formación, pueda unir con una única herramienta todas las funciones necesarias para su desarrollo; no sólo sensibilidad, también afectividad, intelectualidad…

“Se ha comprobado que con la música se activan diferentes partes del cerebro según las frecuencias, porque es un estimulante muy potente”, asegura.

Y, con esto y el paso del tiempo, el niño puede obtener mucho mejores  beneficios futuros, ya que podrá solucionar sus posibles problemas “con más música y menos pastillas”.

Afectividad parental
Como en todos los aspectos de los primeros pasos del niño, el papel de los progenitores es fundamental para el desarrollo posterior,  y en el caso de la música no iba a ser menos. La implicación de los padres es fundamental, ya que los niños aprenden y crecen en los campos intelectual, emocional y físico en función de la motivación y el cariño que reciban.

La portada de su libro, por tanto, muestra la necesidad de compartir el momento musical con los padres, porque también permite conocer los intereses del niño de primera mano y satisfacer sus necesidades de la mejor forma posible. Y es que no hay un único método de desarrollo por medio de la música, ya que cada niño tiene sus propios biorritmos que demandarán un tipo u otro de frecuencias musicales.

No todo es música clásica
“La gente que está acostumbrada a escuchar música clásica tiene otro estado de ánimo, es más difícil que entre en depresión porque tiene otros recursos, y este hábito sólo se consigue con una educación en edad infantil”, afirma Ferrerós.

Lejos de caer en el tópico que la música clásica es la única válida para la educación musical, Ferrerós apuesta por todo tipo de música,  ya que, en su opinión, cada una tiene su propia función. Por eso apuesta por la música moderna de Queen, Elvis Presley, Michael Jackson o Madonna, “música muy buena y que puede ayudar mucho en la formación del niño”.

Aun así, Ferrerós reconoce que “música como el rock duro o el heavy irrita y fomenta la agretsividad y la  excitación, por lo que no es nada recomendable para el niño. La música, al igual que puede ayudar, también puede perjudicar”.

No obstante, afirma que la música moderna es clave en la actualidad, ya que complementa el desarrollo más analítico de la clásica con la incorporación del aspecto psicomotriz.

“La diferencia de la música moderna es que te hace bailar; con Mozart no quieres bailar, sino que te concentra y te hace pensar. La música moderna es muy positiva  para los bebés que empiezan a deambular, porque les ayuda a coordinar cuerpo y mente”, concluye Ferrerós.

Una canción, un momento.  Ferrerós afirma que lo ideal es combinar todo tipo de música para un desarrollo global, y la propia psicóloga explica un posible modelo de educación y desarrollo por medio de la música, detallado por franjas de edad y momentos del día.

Así, el tema “We Are the Champions”, de Queen, es perfecta para  motivar a los niños a realizar cosas, así como  “Love me tender” de Elvis Presley. 

La protagonista

María Luisa Ferrerós

Psicóloga

Especialista en el área familiar e infantil

Experimentada.  Cursó su licenciatura en la Facultad de Psicología de la Universidad de Barcelona y posteriormente realizó su especialización en neuropsicología. Es Master en Patología del Sueño por el Instituto Universitario Dexeus y Master en Psicología Sistémica por el Mental Research Institute de la Universidad de California . Es autora del best seller Pórtate Bien.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas