Más  ojos para más seguridad

Más  ojos para más seguridad

La inseguridad es asunto de  muchas  aristas. La presencia abundante de policías o militares en las calles les da a algunos sensación de seguridad, pero a pesar de eso los delincuentes y criminales siguen en las suyas.  Hace falta que cada empresario, comerciante o ciudadano fortalezca la seguridad de su establecimiento y hogar, el entorno, lo que permitiría complementar el trabajo que hacen las autoridades que tienen por tarea la persecución del delito.

Los dueños de empresas y establecimientos comerciales deberían sentirse obligados a instalar cámaras que “vigilen” hacia adentro y también al entorno. Ese equipo abunda en el mercado, a precios asequibles y es de fácil instalación y mantenimiento. Quizás la Policía y el Ministerio Público deberían incluir, en sus estrategias de seguridad ciudadana, persuadir para que esto se haga. Hay que pensar también en poner estos “ojos” en las vías públicas.

En Estados Unidos, sobre todo en Nueva York, las cámaras se han convertido en apoyo para la vigilancia, primero contra el terrorismo a partir del los atentados del 11 de septiembre de 2001, y posteriormente contra crímenes y delitos comunes. Aquí los comercios, las industrias y los hogares deberían asumir esta tecnología para mejorar la seguridad. La Policía tiene una buena parte del trabajo de vigilancia, pero necesita más “ojos” que la apoyen.

Enhorabuena por los mercados

El Presidente Leonel Fernández anunció   la construcción de un gran mercado modelo regional para Santiago y la remodelación de los de Villa Duarte, la avenida Duarte, Cristo Rey y Villa Consuelo.

Los mercados son los centros por excelencia para el acopio de productos del campo para abastecer al público a precios razonables. Son también fuentes de trabajo y precursores  de movimiento comercial periférico.

 El Presidente ha hecho este anuncio en momentos en que inspeccionaba los trabajos de  Merca Santo Domingo, que será el gran centro de acopio para esta parte de la geografía nacional, pero que lleva más de diez años en construcción y causa por la cual sus costos se han inflado bastante.

La esperanza es que la construcción de los nuevos mercados prometidos tenga una duración razonable.

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