Más paramilitares dejan armas

Más paramilitares dejan armas

BOGOTA (AFP).- Unos 550 combatientes entregarán sus armas este sábado, en el avance de un plan que desmovilizará antes de fin de año a unos 3.000 paramilitares, en momentos en que Estados Unidos -firme crítico de este proceso de paz- anunció que consideraba la posibilidad de apoyarlo.

   La entrega de armas de los bloques Calima y Pacífico se realizará en la localidad de Bugalagrande (500 km al suroeste de Bogotá), departamento de Valle, en un acto que estará presidido por el alto comisionado para la paz del gobierno, Luis Carlos Restrepo.

   Restrepo se encuentra en la zona desde hace dos días coordinando el desarme y se ha reunido con pobladores que han expresado al gobierno su temor a que, tras la salida de los paramilitares, las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desaten una ola de represalias contra ellos.

   El grupo que depondrá las armas el sábado tiene desde 1999 su zona de influencia en una amplia región de Valle, y desde entonces cometió unos 400 asesinatos, según las autoridades.

   El desarme se producirá luego de que el secretario de Estado adjunto para la lucha antidroga del departamento de Estado, Robert Charles, anunciara que el gobierno estadounidense aguarda autorización legal para poder apoyar económicamente la desmovilización de combatientes.

   El enviado de la Organización de Estados Americanos (OEA), el argentino Sergio Caramagna, destacó ese hecho como un «gesto verdaderamente importante» para el éxito de un proceso que busca desmovilizar a unos 20.000 hombres de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) antes de 2006.

   «Ese es un paso enorme, son actitudes sumamente positivas y alentadoras porque en Colombia se está gestando de manera clara y contundente un camino de paz, un espacio de pacificación, y sería realmente muy triste, muy complicado pensar que esto se está haciendo sin ninguna clase de apoyo internacional», dijo.

   Charles explicó que se debe hallar una «manera creativa» de apoyar el proceso en cumplimiento de las normas estadounidenses o solicitar al Congreso un cambio en la ley, ya que el gobierno no puede dar el respaldo, dado que las AUC, al igual que las guerrillas colombianas, están en la lista de organizaciones terroristas del departamento de Estado.

    Estados Unidos pidió en extradición por narcotráfico a varios jefes de las AUC, entre ellos al líder máximo de esa organización, Salvatore Mancuso, cuya extradición fue supeditada el jueves por el gobierno a que cumpla con los compromisos de paz.

   «Que cumpla con los compromisos adquiridos en el marco del proceso de paz con las Autodefensas Unidas de Colombia; que abandone las actividades ilícitas; y que contribuya a la participación de los miembros de las AUC en el proceso de paz» para evitar la extradición, señaló el gobierno.

   Mancuso, a quien se le suspendió una orden de captura en su contra por ser negociador en el proceso de paz, se desmovilizó hace una semana junto a 1.425 de sus hombres del poderoso Bloque Catatumbo, en el más grande desarme registrado hasta el momento en la historia del conflicto armado colombiano.

   «Si estos jefes dan pasos claros, evidentes, francos, no solamente con la deposición de las armas, sino también el desmonte de todo un mecanismo que sustenta y que ha estado protegido por esas armas, tanto la OEA como la comunidad internacional van a tener con ellos una consideración significativa», comentó Caramagna.

   En ese sentido, el delegado de la OEA afirmó que es necesario «ampliar gestos como el dado con el Bloque Catatumbo». «Si esto se construye con sinceridad van a existir márgenes de comprensión. Se están dando claros pasos que demuestran voluntad de paz, de desmovilizar a mucha gente y esto hay que verlo».

   De los 3.000 hombres que las AUC se comprometieron a desmovilizar antes de fin de año lo han hecho 2.072 efectivos, a los que ahora se sumarán los bloques Calima y Pacífico, y posiblemente otros grupos en las próximas dos semanas.

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