Más que ponerse el PLD a celebrar los resultados electorales y el PRD a buscar muros para lamentar una derrota, deberían poner sus expertos y gente con experiencia a analizar los resultados municipio por municipio, y así podrán llegar a conclusiones muy interesantes, puesto aunque quedan algunos datos pendientes, los números fríos tienen varias lecturas y ofrecen luces en el sentido de que los que ganaron lo lograron relativamente, mientras que los que perdieron contradictoriamente ganaron.
Según el Boletín No. 12 del que dispongo al momento de hacer este artículo, de 155 Municipios sin alianzas, el PRD ganó en 104, mientras que el PLD solo logró ganar en 44, quedando prácticamente empatados en siete de ellos.
En las poblaciones de mayor importancia electoral por su caudal de votación, el PRD ganó en Santo Domingo Norte 49% a 34%, en Santo Domingo Oeste 48% a 43%, en el Municipio de Santiago 45% a 26%, en San Pedro de Macorís 60% a 26%, en San Cristóbal 51% a 39%, San Francisco de Macorís 45% a 41%, mientras que el PLD ganó en el Distrito Nacional 45% a 42%, en Santo Domingo Este 53% a 37%, en el Municipio de La Vega 47% a 42% y en el de San Juan de la Maguana 43% a 41.
La dirigencia del PRD tiene que analizar profundamente los resultados obtenidos, independientemente de los recursos del poder, acaparamiento de los medios, las voces y plumas condicionadas por los favores palaciegos, para que teniendo una fuerza partidaria de tal envergadura, no obtuvieran mejores resultados.
Algunos descontentos saldrán a lanzar redes o anzuelos para pescar en las turbulencias de unos resultados que no se esperaban en busca de culpables, pero deben recordar que lo que digan y hagan hacia dentro se reflejará negativa o positivamente hacia fuera y antes que otra cosa deberían ponerse a analizar la grandeza y las posibilidades de su partido, entendiendo que no se pueden ignorar situaciones que pesan mucho en las conciencias de las bases y de los electores.
No solamente las compras de votos, voceros pagados o tarjetas de solidaridad, sino las estrategias de alianzas y el peso de dirigentes locales que al parecer se mantuvieron al margen o dejaron escapar negativamente sus resquemores influyentes en miembros o amigos del partido.
En el PLD hay dirigentes obnubilados por el poder, pero también hay otros realistas y conscientes de que a pesar de que pueden enseñar unos resultados exitosos en materia de Congresistas y Alcaldes, están preocupados porque en el fondo saben que los votos de su partido no están en concordancia con los resultados, sino que influyeron otros aspectos de poder que ellos conocen por experiencias y que su partido no quedó tan bien como muestran esos resultados.
Se escucharán argumentaciones, contradicciones, celebraciones y congojas, pero reitero que los números fríos, más que a lamentos y celebraciones llaman a reflexionar a unos y a otros.