Es necesario que el espacio en el que los más pequeños de la casa descansan y despejan su mente, también cuente con medidas de seguridad y protección

POR HELEN JÁQUEZ
Con la llegada de un niño al hogar, los padres vuelcan toda su atención a  crear un ambiente lleno de luz, color, armonía y paz para el recién nacido. Buscan detalles que armonicen la decoración en espacios infantiles y los dibujos animados más populares del momento.

Los primero meses de vida del retoño deben estar limitados al cuidado y protección del bebé. Los primeros gateos, el protegerlos de posibles accidentes es una tarea que se puede escapar de las manos, por lo que es de suma importancia que luego que la niña o el niño dé sus primeros pasos, usted comience a proteger zonas de la casa  que resulten peligrosas para sus “pequeños curiosos”. Lo mejor es empezar por el cuarto, el lugar donde más tiempo van a pasar jugando:

 La revista Prevenir recomienda utilizas materiales no tóxicos para la decoración de las paredes.

 Coloque bombillas en los portalámparas vacíos y compruebe que las lámparas sean estables.

 Ponga protectores en los enchufes, procure que los cables de las lámparas estén fijos a la pared y que no estén deteriorados.

 No deje objetos en el suelo, sobretodo pequeño, que el niño pueda tragarse.

 No pongas plantas, en especial evita las tóxicas, con frutos o espinas.

 Coloque cierre de seguridad en las ventanas, que sólo pueda abrirlas un adulto en caso de peligro. Aun así, evita las sillas o taburetes para que no lleguen a las ventanas.

 Procure que las cortinas sean cortas y no tengan lazos ni cordones.

 Revise periódicamente el estado de los radiadores; puede ser útil colocar un protector que deje salir el calor, pero impida quemaduras o golpes.

 Si pone alfombras, mejor que sean grandes para evitar caídas; fíjelas al suelo para impedir que se muevan.