Más sobre el empleo

Más sobre el empleo

JOSÉ LOIS MALKUN
El tema sobre el empleo siempre ha dominado las discusiones sobre cómo traducir el crecimiento en desarrollo. Los Presidentes de turno hablan de crear empleos pero al final sus políticas públicas lo único que hacen es todo lo contrario.

Los opositores también prometen crear empleos pero hay que explicar bien cómo y dónde lo harán.  Tenemos un gran dilema en esta materia porque para crear nuevos empleos hay que definir una política macroeconómica que sea totalmente diferente a la que actualmente existe. No se trata de hacer declaraciones creando empleos en los medios de comunicación, mientras cada día más y más gente pierde su empleo. O que Javier García capte nuevos adeptos al PLD con un carguito o un chequecito. Sino de reconocer donde está realmente la causa del problema y cómo corregirla.

Siempre he resaltado la admirable sinceridad de Temístocles Montás, secretario de Economía, Planificación y Desarrollo, cuando hace sus declaraciones públicas sobre cualquier evento económico o de otra índole. Siendo más político que técnico, resulta más confiable y objetivo que aquellos funcionarios que se ufanan de ser más técnicos que políticos.

Lamentablemente, esa sinceridad se va perdiendo en la medida en que se calienta el ambiente político y el Gobierno se desespera por los resultados desalentadores que arrojan todas las encuestas respecto a la candidatura de Leonel Fernández.

Con la ausencia de Danilo Medina, es a Temístocles Montás a quien le toca asumir posiciones difíciles en el ámbito político para defender a su Gobierno. Eso, por supuesto, afectará su objetividad.

Las recientes declaraciones de Temístocles Montás, donde reconoce que se han perdido 60 mil empleos en las Zonas Francas (algo que siempre el Gobierno negó o cuestionó) muestra que es difícil para él superar la costumbre de decir las cosas como son o muy cerca de cómo son. Obviamente, las pérdidas de empleo en este sector superan esa cifra y si calculamos las pérdidas indirectas de empleo por el cierre de decenas de empresas que estaban encadenadas a las zonas francas, la cifra alcanza a más de cien mil empleos perdidos (de trabajadores dominicanos).

Y eso ha ocurrido simplemente por la politización de los instrumentos macroeconómicos. Porque si tener una tasa de cambio sobrevaluada resulta políticamente más atractivo que mantener un sector tan importante como el de las zonas francas entonces olvidémonos de las zonas francas. Pero cuidado con eso, porque ya el turismo está siendo succionado por las mismas corrientes destructivas del entorno gubernamental.

¿Dónde choca lo político con lo técnico? Veamos. Después que el señor Montás, con su característica sinceridad, habla de la pérdida de empleos en las zonas francas, dice que eso se ha compensado con el aporte de otras empresas que han creado 29 mil empleos. Eso es difícil de creer y aun si fuera verdad estamos hablando de menos de un tercio de los empleos perdidos. Pero concluye diciendo que las zonas francas venían sufriendo desde el Gobierno pasado por el Acuerdo Multifibra y la entrada de China al mercado de Estados Unidos. Ya eso es político y carece de objetividad lo que es fácil demostrar observando cómo en otros países de la región las zonas francas se han expandido en los últimos años. Como también es político decir que si no fuera por la intervención del Banco Central la tasa estuviera en 24 pesos por dólar. Quizás el señor Montás se equivocó y quiso decir en 240 pesos por dólar.

Pero la única verdad es que el sector exportador de bienes y servicios está sufriendo y perdiendo competitividad aceleradamente por la destructiva e incoherente política monetaria y fiscal impuestas por el Gobierno. Y eso está generando muchas perdidas de empleos en todos los sectores.

Pero es difícil suponer que a ocho meses de las elecciones la situación cambie, salvo que no sea por circunstancias fuera del control del Gobierno. Mientras tanto el desempleo seguirá creciendo y el cierre de muchas empresas también.

Es una lástima llegar a estos extremos de politización, solo para justificar una estabilidad cosmética que no tiene sustentación en el mediano plazo y que es destructiva para el sistema productivo en el corto plazo. Pero por la reelección todo vale.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas