Una de las primeras acciones del gobierno del Lic. Danilo Medina en lo referente a la construcción de la estructura vial en nuestro país, fue cancelar el contrato de ejecución de la Carretera Cibao-Sur (cruce de Ocoa-Sabana Larga-Piedra Blanca) a cargo del consorcio Cibao-Sur, Norberto Odebrech-Risek. Este proyecto se comenzó a fines del gobierno del presidente Leonel Fernández, se adujo que la reconstrucción de la vía, la cual se encontraba en pésimas condiciones, era necesaria para que los productores de Ocoa pudieran sacar sus productos.

En el Gobierno del presidente Medina al proyecto se le cambió el nombre; ahora es la carretera Cruce de Ocoa-Puente Ocoa-Piedra Blanca, ya no es la carretera Cibao-Sur.

Este proyecto fue reiniciado y durante el mes de diciembre del 2013, fue inaugurado el tramo Cruce de Ocoa-Puente sobre río Ocoa, a un costo aproximado de US$80 millones de dólares. A partir del mes de marzo del 2014 se continuará con los trabajos de la reconstrucción del tramo Puente sobre río Ocoa a Piedra Blanca, a un costo aproximado de 170 millones de dólares.

Al presidente Medina lo han embarcado diciéndole que la carretera Cibao-Sur desde Santiago a San Juan, es su obra cumbre y su legado a su ciudad natal San Juan de la Maguana, y que además esa obra podría ser su estandarte para el 2020.

En los últimos años los Mministros de Obras Públicas se han caracterizado por implementar en nuestro país el concepto de “Fast Track”, que es hacer las cosas lo más rápido posible, tratando de garantizar lo que no es negociable que es “la calidad”. Mediante el trámite acelerador de un proyecto, en varios de los casos se elimina el cumplimiento de la Ley No. 340-06 que obliga a hacer subastas, en los países donde hay respeto a los ciudadanos, se hacen “vistas públicas”. Lo relacionado con el ambiente no es tomado en cuenta. Las licitaciones solo aparecen en las páginas web de los ministerios, cuando debería ser una obligación que las licitaciones de proyectos de envergadura, que envuelvan una gran cantidad de dinero, deberían aparecer en la prensa nacional.

Los proyectos en el “trámite rápido” son “licitados” en base a una alineación preliminar y se comienza a ejecutar la obra sin un diseño final, esto causa que en la mayoría de los casos, las obras terminan sobrevaluadas entre un 25 a 50% de su costo inicial, ya que a medida que se va construyendo la obra, van apareciendo detalles menores, no contemplados en el trazo inicial, y a veces sin incluir obras adicionales.

El diseño bien ponderado debe anteceder a la construcción de cualquier proyecto de envergadura. Habría que preguntarse si el “FastTrack”, es adecuado para el desarrollo de una infraestructura que sirva bien a la ciudadanía y a la conservación de los recursos naturales, o si responde a factores y objetos ajenos a la ingeniería.

Para que la calidad de la construcción no se afecte, todo proyecto de ingeniería debe supeditarse siempre a una buena planificación y a una inspección rigurosa y adecuada. Lamentablemente esto no ha sido la tónica en nuestro país.

Últimamente se han construido muchos proyectos con rapidez donde se han obviado los estudios de suelos (en hospitales y escuelas construidas y en construcciones recientes) con el agravante de que en nuestro país llueve mucho, la temperatura es alta y su geología es sumamente compleja, los problemas geotécnicos varían, ya que los suelos son diferentes en los distintos lugares.

Ahora se les quiere vender al país y al propio Presidente Medina, que la segunda carretera Cibao-Sur (Santiago-San Juan) es una vía turística, ecológica y comercial, a un costo real de alrededor 500 millones de dólares.

En el aspecto ecológico la vía podría presentar graves problemas al medio ambiente, la primera razón es que en nuestro país no existe un “Reglamento para el control de la Erosión y la Prevención de la Sedimentación”, ni siquiera en la Ley No. 64-00, ley General de Medio Ambiente y Recursos Naturales, apenas una o dos veces aparecen los términos “Erosión y Sedimentación, y mucho menos su control”.

En los Estados Unidos y Puerto Rico se exige una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y luego de que éste se apruebe, entonces se debe someter un plan CES, para el Control de la Erosión, y de Prevención de la Sedimentación. Sin estos requisitos no se permite comenzar ningún proyecto, en especial los proyectos de envergadura donde hay un gran movimiento de tierras y/o están cercanos a cuerpos de agua.

Un proyecto vial donde se cruzan e impactan varios cuerpos de aguas, 1- Río Yaque del Norte; 2- Río Bao, 3- Río de los Negros, 4- Río Mjjo, 5- Río Blanco, 6- Río Yabano, 7- Río Jagua.

También se cruzan tres montes; 1. Loma de la Pelona; 2. Loma del Corral; 3. Cordillera Central.

La vía cruza por tres Parques Nacionales: 1- José del Carmen Ramírez, 2- Armando Bermúdez y el 3- Manolo Tavárez Justo.

Además existe la posibilidad de que se impacten la presa de Bao y las represas Ciénaga de Sabaneta y la de Moción, las cuales son muy importantes, ya que las mismas abastecen a la línea Noroeste y a San Juan de la Maguana.

Es importante conocer con qué fondo se van a cubrir los gastos de construcción de dicha vía. Pues con un préstamo de 500 millones de dólares, el cual si contamos con lo recaudado por medio de peajes y otras economías, ni en 50 años podríamos pagar ese préstamo.

Como en todas las cosas de nuestro país, todo el mundo se quiere montar en la guagua del llamado progreso. El senador de San Juan de la Maguana recomienda que se hagan rutas de acceso a las vías, desde las diferentes comunidades. Además recomienda que la OPRET intervenga en el asunto. Será que se tiene pensado hacer un chu-chu tren turístico paralelo a la carretera Santiago-San Juan.

Otros propugnarán de que Constanza no se debe quedar fuera de la conexión con San Juan y pedirán otra carretera. ¿Hasta dónde vamos a llegar?

Señor Presidente, le sugiero evalué bien los riesgos que conlleva la ejecución de este proyecto y que su conciencia le dicten las normas a seguir.