Más sobre la cuentística de Enriquillo Sánchez

Más sobre la cuentística de Enriquillo Sánchez

La publicación de la obra narrativa de Enriquillo Sánchez fue muy poco sistemática. Sus cuentos aparecieron en revistas como La Máscara o en periódicos como El Nacional. Pocas veces fue antologado. Resulta curioso  que en las antologías emblemáticas de los setenta, Narradores dominicanos, de Aída Cartagena Portalatín,  publicada en Venezuela por Monte Ávila, recogiera dos de sus cuentos: “El mismo rostro (flor de sepulcros)” y “Epicentro de las brumas” (donde aparece junto a los narradores de su generación y los clásicos del treinta, Bosch, Hilma Contreras y una figura de transición: Virgilio Díaz Grullón);  mientras que en la de Alcántara Almánzar, Antología de la literatura dominicana (1972) no aparece.

Pero se encuentra en La narrativa yugulada de Pedro Peix (1981); el Diccionario de la literatura dominicana  de Franklin Gutiérrez solo registra la selección de un cuento suyo y en la Antología de la Literatura gay en República Dominicana (2004) de Miguel De Camps y Mélida García (“Un paso adelante y  dos pasos hacia atrás”). Aparece también su cuento “Rayada de pez como la noche” en Islas en el sol (1999) de Francisco López Sacha y J. R. Lantigua; no aparece antologado en José Alcántara Almánzar Dos siglos de literatura dominicana (S. XIX-XX), Colección del Sesquicentenario de la Independencia Nacional, Vol. X, prosa, volumen II, 1996.

Tampoco aparece en la Antología del cuento dominicano de Diógenes Céspedes (2000), ni en País inverosímil: casi dos decenas de cuentos que nos cuentan (2008), selección y prólogo de René Rodríguez Soriano; tampoco en República Dominicana, narradores del siglo XX (ediciones Ferilibro-Letras Negras)  2006, de Pedro Antonio Valdez.  Sus cuentos vienen a ser publicados en conjunto en Rayada de pez como la noche: cuentos completos. Biblioteca Nacional y Editora Nacional (2006), recopilación de Miguel Collado y con una introducción de Diómedes Núñez Polanco. Esta obra presenta la eventualidad de la publicación de los cuentos de Enriquillo Sánchez. La Feria del Libro ha publicado Oferta de empleo y otros cuentos (2012) una selección de seis cuentos con una introducción del exministro Lantigua.

Este pequeño recorrido bibliográfico nos muestra que las obras de Enriquillo Sánchez han tenido una reciente difusión como obra completa y una breve presencia en los escenarios del cuento dominicano. Y esto se debe en gran medida a que el autor trabajó de manera poco consistente el género cuentístico, mientras tenía una fuerte presencia como ensayista y poeta. No vamos a entrar en las distintas evaluaciones que se le han realizado, aunque son importantes los acercamientos del novelista Gautier y del crítico Basilio Belliard.

Es un poco difícil encontrar un consenso sobre el canon del cuento de Enriquillo Sánchez, por la diversidad de su registro narrativo, por las distintas épocas en las que escribió y porque muchos de los conocedores del cuento dominicano no lo han considerado entre los mejores cuentistas nuevos. Sus cuentos más conocidos (“Flor de los sepulcros”, “Rayada de pez como la noche”, “Oferta de empleo”, “Papa Anselmo ya no me habla”, o  “Maritza, no dejes que se te vaya el odio al yanqui”) manifiestan que a pesar del surrealismo o del “posmodernismo” que encuentran los que han escrito sobre su obra, sigue dominando el cuento en que los contextos sociales y políticos, la anécdota y la acción, son centrales en su narrativa. Esto nos dice que posiblemente Enriquillo ha sido víctima de un canon de la lectura. Es decir, sus textos han sido leídos desde una poética del cuento, la instalada por Juan Bosch, y que sus lectores no han aceptado los cambios y rupturas que Sánchez pretendió realizar.

Estos textos nos muestran también que se movió su escritura en temas propios de su generación: el tema histórico en “Flor de los sepulcros”, como lo hace Marcio Veloz Maggiolo en “La mujer de Onorio López”; el tema guerrillero (en “La montaña azul”), como lo hacen Carlos Esteban Deive (“En el pueblo hay guerrilleros”) y Virgilio Díaz Grullón (“Los algarrobos también sueñan”)… El tema de la guerra civil del sesenta y cinco (“Un paso adelante y  dos pasos hacia atrás” ); la ciudad y lo maravilloso en “Oferta de empleo”. Enriquillo trató de borrar el realismo en sus obras, pero mantuvo una fuerte relación con los referentes culturales y políticos que fundan una ideología epocal y una cosmovisión del momento. No he podido hallar en ellos el intento de pensar la dominicanidad ni de dar una visión de conjunto sobre la sociedad y la cultura dominicanas.

La experimentación está muy presente en la escritura de Sánchez y podemos mencionar la focalización del narrador en segunda y primera personas, la fragmentación de las historias, el uso del monólogo interior o fluir de conciencia, la exploración del inconsciente de los personajes y el discurso de la infancia en “Papa Anselmo ya no me habla”. Creo que abusa de referencias metapoéticas (giro hacia la historia misma) que provocan que el lector pierda la virtualidad de la narración. Sus personajes son muy planos, pues al dedicarse a jugar con el lenguaje se olvida de la construcción de los caracteres; donde mejor encuentro su representación es en “Teatro para una inalcanzable cacería” (Rayada de pez… pág. 42)  cuento que podría ser el mejor del autor sino hubiese extendido el suspenso; la narración en la parte final deja que el lector pueda adivinar lo que va a ocurrir; una mejor construcción hubiese sido establecer otro final. Pero Enriquillo Sánchez se olvidó de los finales. A veces son sorpresivos. Creo que el mejor final es el de “Oferta de empleo”, pues retoma a una suspensión o cambio en la secuencia narrativa que deja al lector en el elemento maravilloso: la golondrina en la jaula.

El cuento en el que aparece una mayor acción dramática y una  inusual plasticidad es  “Un paso adelante y  dos pasos hacia atrás”. La escena en medio de la guerra y el sujeto que tiene que atravesar la ciudad muestra una vida en peligro, que le provoca el suspenso y el interés del lector; sin embargo, este cuento se desliza entre las distintas experimentaciones del autor y termina con un desenlace borroso.

Es notable el intento de enunciar (como lo hizo Borges) varias secuencias narrativas y luego narrarlas como hace Enriquillo en “Rayada de pez como la noche”; también lo es el uso del pastiche o collage en el cuento “Vietnam hoy en la mañana” de 1967. El tema de los combatientes de abril que ya aparece en “Un paso adelante…” lo retoma para mostrar el tema de la violencia contra los revolucionarios.

Más que de Juan Bosch, el cuento de Enriquillo Sánchez estuvo influido por Borges (las alusiones metapoéticas), por Gabriel García Márquez (uso de elementos del realismo mágico) y por Julio Cortázar (en su escritura surrealista y en el uso del lenguaje como creador de la realidad narrada).

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