MARTHA PÉREZ
¿Por qué el Encuentro Internacional de la Izquierda y los Movimientos Progresistas en América Latina, auspiciado por el presidente Leonel Fernández y el PLD es una oportunidad para la izquierda dominicana? Por varias razones sustentadas en el contexto nacional e internacional, pero principalmente en la realidad de la propia izquierda.
El nuevo mapa estratégico mundial constituye un reto para los países de la región con miras al cambio y la inclusión en el siglo XXI. En el continente latinoamericano están surgiendo gobiernos de izquierda, democráticos y revolucionarios por la vía pacífica y electoral, lo que nos lleva a otra interrogante: ¿Qué permite el surgimiento de estos gobiernos por la vía electoral, cuando antes se procuraba llegar al poder por la vía de la lucha armada? Es otro hecho que nos obliga a analizar la respuesta. El Seminario convocado por el presidente Fernández plantea este y otros temas, cuyo debate puede conducir a las respuestas a estas u otras interrogantes.
Los gobiernos de izquierda, democráticos y revolucionarios en América Latina y el Caribe enfrentan el desafío del desarrollo de sus respectivas naciones, de la participación y la justicia social. Las implicaciones de estos retos y desafíos engrosan las agendas nacionales y regionales, de manera que el debate debe ir más allá de los temas alimento, techo, educación, agua potable, energía eléctrica, salud, transporte, seguridad ciudadana, ecología y patrones de desarrollo; temas que por lo general son analizados en mesas sectoriales intra e interinstitucionales sustentados en políticas gubernamentales o estatales en escenarios propios.
Dado el surgimiento de el surgimiento de grandes bloques económicos y políticos y los retos que éstos suponen para la región, dado el avance de la región en términos políticos y sociales, con el surgimiento de estos gobiernos, entre otros hechos; dada la iniciativa del doctor Leonel Fernández para que la República Dominicana sea sede de un Encuentro Internacional de la Izquierda y Movimientos Progresistas de América Latina, estamos ante una gran oportunidad para juntar voces fuertes, voces autorizadas, voces de pueblos en un debate que puede hacer historia al realizarse en un país como el nuestro, con una trayectoria de izquierda democrática y revolucionaria, con espíritu patriótico-internacionalista.
Es un escenario idóneo que ofrecerá espacio para las más diversas perspectivas de distintas regiones participantes, que permitirá avanzar en temas medulares y llegar a conclusiones útiles para los participantes y el resto de la región en el presente siglo.
En términos particulares, este espacio permitirá al gobierno dominicano y parte importante de nuestra sociedad tener un contacto más cercano con gobiernos de la región, provenientes de la izquierda. Permitirá a nuestras organizaciones políticas y sociales de izquierda aportar e intercambiar ideas en procura de avanzar hacia cierta reflexión sobre debilidades y fortalezas que están enfrentando los gobiernos de la izquierda democrática y revolucionaria, en especial los nuevos, y sus proyecciones hacia el futuro. Analizar el significado de ser de izquierda en el siglo XXI, introducir, acuñar y empoderarnos del término izquierda democrática y revolucionaria de hoy; contribuir a ponerlo en el discurso de los que aún lo evaden o lo utilizan con timidez; procurar salir con una propuesta de izquierda que rompa con el viejo dogmatismo y los problemas del pasado. Y como los planteamientos programáticos de la izquierda no tienen que ser extremistas, como creen algunos, sino viables, podrán salir planteamientos y posiciones de futuro para la región, que serían buenos y válidos para todos.
Será una oportunidad para comparar pareceres y aproximar posiciones, lo que coadyuvará a favor del diálogo entre nuestros partidos y movimientos. Claro, que el evento no debe ser un festival o carnaval de izquierdistas, por lo que todo el que se llame o diga ser de izquierda en cualquier parte, deberá calificar como invitado/a y participante en base a los propósitos y criterios de la organización del mismo. Tampoco será un evento rígido, cerrado y excluyente en su desarrollo, por lo que ha anunciado en la prensa el ingeniero Temístocles Montás. Deberá aplicarse una metodología de trabajo flexible y dinámica, en que la participación y el intercambio sean los parámetros para orientar el evento hacia un elevado nivel de profundidad en el desarrollo de los temas y de sus conclusiones finales. El presidente Fernández está poniendo a disposición de la izquierda de la región un espacio para un debate multilateral que se perfila provechoso. La izquierda dominicana tiene en este evento una oportunidad para aportar, intercambiar y fortalecer una visión de izquierda, democrática y revolucionaria para el país y la región. ¡Adelante pues! Las oportunidades son irrepetibles.