Más sobre los desequilibrios

Más sobre los desequilibrios

En nuestro artículo anterior, intentamos explicar las dos causas principales que generan los desequilibrios macro-económicos, que desembocan con frecuencia en crisis sociales, recesión e ingobernabilidad.

La primera de esas causas son las fallas en el mercado, donde analizamos cómo el fenómeno inmobiliario, condujo a una crisis financiera mundial cuyo efecto sistémico obligó a los gobiernos de todos los países desarrollados y muchos no desarrollados, a intervenir fuertemente para salvar su sistema de pago y la base productiva que lo sustenta. El costo de ese rescate alcanzó la extravagante cifra de tres trillones de dólares, aunque eso no evitó la caída de varios gobiernos.

La segunda causa de esos desequilibrios son derivadas de las malas prácticas gubernamentales, donde pusimos de ejemplo el caso argentino y recientemente el de Grecia. 

Hablando del rescate griego, muchos ignorantes de este país todavía se resisten a reconocer públicamente la acertada decisión de las autoridades monetarias de salvar el sistema de pagos durante la quiebra de varios bancos en el 2003. Se resisten porque no tuvieron los cojones de evitar esa crisis muchos años antes de que explotara. Fue un fraude bancario de inmensas proporciones que pudo haberse evitado si los gobiernos hubieran asumido su responsabilidad reguladora y supervisora.  

En esta segunda parte, hablaremos de los desequilibrios de la económica dominicana. Por ejemplo, el déficit fiscal del Sector Público Consolidado, derivado del gasto imprudente y excesivo del Gobierno durante el 2009, alcanzó un 5.2% del PIB (86 mil millones de pesos), o sea, 0.7% por encima del estimado en el acuerdo Stand By (4.5%) firmado en octubre pasado. Eso dejó sin efecto el referido acuerdo tres meses después, teniendo el Gobierno que renegociar uno nuevo que entró en vigencia recientemente.

Pero ese nuevo acuerdo ya se incumplió, dado que a marzo del 2010 el déficit presupuestario alcanzó RD$18 mil millones y los atrasos con los generadores de energía vuelven a crecer.

Pero ese déficit también se repitió en el 2008, cuando Leonel Fernández se reeligió gracias al uso masivo y abusivo de los recursos públicos. Esto se magnifica en cada periodo electoral y ahora ya lo vemos de una forma mucho más abierta, cruda y hasta despiadada, porque definitivamente el PLD quiere tener, por la fuerza del dinero, el control absoluto de todos los estamentos del Estado. 

El déficit fiscal ha sido siempre el detonante de las crisis macro-económicas en la mayoría de los países donde los gobiernos no cumplen su tarea de administrar eficientemente los recursos públicos. Sus economías sufren grandes desequilibrios por los excesos en el gasto y su alto endeudamiento para sustentarlo.     

Y hablando de endeudamiento ya cruzamos el peligroso umbral (40%) que le pone un alerta roja a los gobiernos. O sea, nuestra deuda supera los 20 mil millones de dólares (41% del PIB) que al ritmo que lleva el gobierno, buscando desesperadamente más dinero prestado, muy pronto esa deuda alcanzará la mitad del Producto Interno Bruto.

Eso es gravísimo en una economía pobre y con graves desequilibrios, como la dominicana, donde no existe base productiva para generar ingresos fiscales suficientes que hagan pagable esa deuda.

De no frenar esta tendencia, estaríamos en la antesala de la insostenibilidad fiscal.   

Pero también tenemos serios desequilibrios (déficit) en la cuenta corriente de la balanza de pagos, en la balanza comercial (exportaciones menos importaciones de bienes), en el régimen cambiario y en la gran deuda social que nadie contabiliza.

Estamos en caída libre sin darnos cuenta, porque seguimos creyendo en datos oficiales que no tienen ninguna veracidad (caso griego). 

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