Más subsidios, menos energía

Más subsidios, menos energía

BERNARDO CASTELLANOS
La población continúa expresando su inconformidad por los frecuentes y prolongados apagones, a pesar de que las autoridades oficiales se empeñan en dar declaraciones de prensa, en donde informan que los apagones han disminuido a causa de un aumento de la generación.

Durante los primeros diecisiete (17) meses del actual Gobierno, septiembre 2004-enero 2006, la generación neta promedio mensual, según los datos oficiales del Organismo Coordinador del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (OC),  fue de 794.11 Gwh, inferior en un 3.58%, a la generación promedio mensual de los últimos diecisiete (17) meses del pasado Gobierno, periodo marzo 2003-julio 2004 que fue de 823.61 Gwh., e inferior en un 0.69%, a la generación de los primeros diecisiete (17) meses , periodo septiembre 2000-enero 2002, del Gobierno pasado, que fue de 799.62 Gwh, a pesar que la demanda de energía con respecto al año 2002, se ha incrementado como mínimo un 20% y con relación al 2004, un 10%.

La energía neta generada en enero 2006, equivalente a 793.78 Gwh, es la tercera energía mas baja generada en los meses de enero desde el año 2000, estando solamente por debajo los meses de enero de los años 2000 (732.40Gwh) y 2005 (725.59 Gwh). Del 2001 al 2004, la generación en los meses de enero fue superior entre un 0.37% y un 10.84% con relación a enero del 2006, a pesar de que en el periodo 2003-2004, el País sufría la peor crisis económica de su historia, fruto de la quiebra fraudulenta de tres (3) bancos comerciales privados. La demanda en el periodo 2001-2004, es inferior entre un 10% y un 25% con relación a la demanda de Enero del 2006.

 En el 2005, la demanda máxima de electricidad, ocurrió el 25 de Julio, situándose en unos 2,110 Mwh, según los datos publicados por el Organismo Coordinador. Según declaraciones recientes del Superintendente de Electricidad, la demanda de electricidad crece anualmente un 2% más que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del País. Con todo y esta afirmación, el propio superintendente declaró que las autoridades hicieron una proyección de la demanda para el 2006 de un 5%, lo cual situaría la misma alrededor de los 2,215 Mwh.

Según los datos oficiales del Banco Central, la economía dominicana creció en el 2005, alrededor de un 10%, lo cual hace que la demanda de electricidad deba crecer, según las estimaciones del superintendente de Electricidad, por lo menos un12%. Esto haría, que en el 2006, según la teoría del superintendente de Electricidad,  de que la demanda crece un 2% por encima del crecimiento del PIB del país, que la demanda se sitúe en por lo menos 2.363 Mwh.

Sucede, que el mismo funcionario, ha declarado recientemente, que la demanda de electricidad ha aumentado a unos 1,900 Mwh, lo cual representa una disminución de un 19.59%, con relación a lo que debió ser la demanda máxima en el 2006, según su propia teoría de crecimiento de la demanda, o una disminución de un 14.22%, con relación a la proyección de crecimiento de un 5% que las autoridades hicieron para el 2006. Parece ser, que en el caso dominicano, el crecimiento de la demanda camina como el cangrejo.

Probablemente, sería la primera vez en la historia de la humanidad, que una nación logra de un año para otro, una disminución en su demanda entre un 15% y un 20%, sin haber implementado ningún programa de ahorro de energía. Suponemos que esta hazaña ya ha sido registrada por la Organización Guiness, debiendo aparecer la misma como un récord mundial en la próxima edición del libro Guiness

Debido a las ineficiencias de las distribuidoras, las cuales han visto aumentar sus pérdidas y déficit financiero a partir del momento en que la administración de Edenorte y Edesur  fue entregada a los técnicos extranjeros, lo que produce que el Valor Agregado de Distribución (VAD) esté situado en unos US$0.10/Kwh., cuando, a decir del administrador de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales, CDEEE, el mismo debería estar entre  US$0.04/Kwh. a US$0.05/Kwh, o sea, entre 2 y 2.5 veces más bajo de  lo que hoy se encuentra, las actuales autoridades han implementado una política de restricción de la demanda. El objetivo de esta política consiste en suministrar solo un porcentaje de la demanda que requiere el sistema eléctrico nacional, con el propósito (en teoría) de no aumentar el déficit financiero de las distribuidoras, ni aumentar el subsidio que otorga el Gobierno al sector eléctrico.

¿Cuáles han sido los resultados de esta política de restricción de la demanda? 

El déficit de las distribuidoras aumentó considerablemente, al extremo que no pudieron cumplir con los compromisos asumidos en marzo del 2005,  de pagar la factura corriente del año 2005 a los generadores, produciéndose una deuda adicional por este concepto de unos US$100 millones, originándose el 70% de la misma a partir de septiembre del 2005, cuando Edenorte y Edesur pasaron a ser administradas por técnicos extranjeros. Adicionalmente, se generó una deuda de US$50 millones, por concepto de los intereses de la deuda con los generadores, congelada a diciembre del 2004, ya que el compromiso era pagar los intereses que la misma generaba. Eso nunca se cumplió.

El subsidio del sector eléctrico pasó de unos US$250 millones en el 2004, a unos US$510 millones en el 2005, siendo el déficit total de ese año, unos US$660 millones, cuando se incluye la deuda corriente generada en el 2005. Para el 2005, se había proyectado un subsidio al sector eléctrico de unos US$300 millones.

Para el 2006, las propias autoridades del sector eléctrico  proyectaron inicialmente un déficit del sector de unos US$800 millones, el cual fue anunciado en el primer encuentro del sector celebrado en Casa de Campo, en La Romana, en el 2005. El Fondo Monetario Internacional (FMI) autorizó un subsidio de US$500 millones para el 2006. A un ritmo de US$50 millones mensuales, el subsidio para el 2006 se proyectaba terminar en unos US$600 millones, pero recientemente el superintendente de Electricidad declaró, que el subsidio para el 2006 se prevé que terminará en los US$800 millones.

Del 16 de agosto del 2004, a abril del 2006, la tarifa eléctrica máxima que pagan los usuarios residenciales ha pasado de US$0.16/Kwh. a US$0.26/Kwh, para un aumento de un 62.5%. Mientras que la tarifa eléctrica máxima que pagan los usuarios comerciales, ha pasado de US$0.16/Kwh, el 16 de agosto del 2004, a US$0.28/Kwh, en abril del 2006, para un incremento de un 75%.

Al mismo tiempo, esta política de demanda restringida, ha ocasionado que el precio de la energía que se comercializa en el mercado spot, esté artificialmente más bajo, con relación al precio de la misma energía que las distribuidoras compran a los generadores.

Esta situación produjo, que en el 2005, los generadores privados con contratos de venta de energía a las distribuidoras, compraran el 64% de la energía que se comercializó en el mercado spot, equivalentes a 1,342 Gw,  mientras que las distribuidoras solo compraron el 36%, equivalentes a 756 Gwh, según los datos del Organismo Coordinador. Esto ocasionó que los generadores privados no cumplieran con sus compromisos contractuales con las distribuidoras en lo relativo al suministro de la energía contratada, según lo ha denunciado la propia CDEEE, con lo cual,  al comprar el 64% de la energía en el mercado spot a un precio más barato que la energía que venden bajo contrato, esta operación le generó ingresos adicionales a dichos generadores, por unos US$40 millones en el 2005.

En cambio, la CDEEE, que no compró ni un solo Kwh de energía en el mercado spot, en el 2005, vendió el 87% de la energía que se comercializó en dicho mercado, equivalentes a 2,020 Gwh, dejando que los generadores privados suministraran tan solo el 13% de la energía de ese mercado, equivalentes a 313 Gwh. Como el precio de la energía en el mercado spot, está artificialmente más bajo que el precio de la energía contratada por las distribuidoras, debido a las restricciones de la demanda que imponen las deficiencias de las distribuidoras, en el 2005 la CDEEE fue penalizada en unos US$60 millones de ingresos que debió de recibir, si no hubiera existido la restricción en la demanda y el precio del mercado spot hubiera reflejado la realidad del mercado eléctrico, situándose por lo menos en un nivel igual al precio de contrato a que compran las distribuidoras a los generadores.

Adicionalmente, y con la anuencia y tolerancia de las autoridades, quienes se han hecho y se siguen haciendo de la vista gorda, se violó y se sigue violando el artículo 110 de la Ley General de Electricidad, 125-01, ya que en el 2005, la energía contratada por las distribuidoras con los generadores, representó el 92%, según los datos el Organismo Coordinador, publicados en la pagina 8 del Informe de Transacciones Económicas de Diciembre del 2005. Esta violación ocurre, a pesar de que la  Ley establece de una manera clara, precisa y taxativa, que la energía contratada por las distribuidoras con los generadores no puede ser mayor del 80%. Como consecuencia, el mercado spot o de competencia, que la misma Ley 125-01, en su artículo 110 establece que no puede ser menor de un 20%, fue reducido a tan solo un 8%.

Esta violación a la Ley General de Electricidad ocurre al otorgar las distribuidoras contratos de corto plazo a los mismos precios del Acuerdo de Madrid, que se dicen están sobrevalorados en un 30%, a las empresas generadoras privadas (Monterio, Metaldom, Seaboard) que operaban antes de dichos contratos de corto plazo, como plantas mercantes, vendiendo anteriormente toda la energía que generaban en el mercado spot, a precios artificialmente más bajos que los precios de contrato que poseen las distribuidoras con los generadores.

¿Cuáles fueron las consecuencias de la violación a la Ley General de Electricidad? Que las distribuidoras tuvieron que pagar unos US$31 millones adicionales a los generadores privados, por la misma energía que hubieran comprado más barata en el mercado spot, si no se hubiera violado la Ley. Estos US$31 millones adicionales pagados por las distribuidoras a los generadores privados, fueron aportados por el Gobierno, a través de un incremento en el subsidio al sector eléctrico.

Si bien es cierto que los aumentos en los precios internacionales del petróleo, han tenido un impacto en el aumento del subsidio y de la tarifa eléctrica, la realidad es que estos aumentos obedecen, principalmente y preponderantemente, a las deficiencias de las distribuidoras en su gestión comercial, al no haber sido capaces de reducir las pérdidas entre la energía comprada a los generadores y la cobrada a los clientes. Un reciente estudio dado a conocer por la empresa generadora Haina, revela que estas pérdidas se sitúan alrededor del 68%.

La población es quien, a través de los impuestos, esta pagando las deficiencias de las empresas distribuidoras, sin que se vislumbre en el horizonte, cuando esta situación de incapacidad pueda cambiar, produciendo una mejoría sustancial en la eficiencia de esas empresas, que se traduzca en una disminución de la tarifa, del subsidio y en una mejor calidad del servicio.

El subsidio es mayor

En conclusión, las medidas tomadas por las presentes autoridades en el sector eléctrico han producido un aumento en el subsidio de dicho sector, al pasar de US$250 millones en el 2004 a US$510 millones en el 2005, con proyecciones de terminar en US$800 millones en el 2006, un aumento en la tarifa eléctrica al pasar de US$0.16/Kwh, en agosto del 2004 a US$0.26/Kwh, en abril del 2006 (62.5% de aumento), para los sectores residenciales y a US$0.28/Kwh, (aumento de un 75%) en abril del 2006, para los sectores comerciales, violación a la Ley General de Electricidad, 125-01, la cual penaliza a las distribuidoras con US$31 millones y beneficia a los generadores privados con esa misma cantidad; ingresos adicionales para los generadores privados como consecuencia de la restricción de la demanda en unos US$40 millones, y perjuicio a la CDEEE y al Estado Dominicano en unos US$91 millones.

En total, en el 2005, los generadores privados, recibieron ingresos adicionales por unos US$71 millones, en detrimento del Estado Dominicano y de los usuarios del servicio eléctrico, sin que hasta la fecha las autoridades competentes hayan tomado ninguna medida al respecto, ni haya desplegado ningún esfuerzo ni acción, con el objetivo de que la Ley General de Electricidad, 125-01, sea respetada y cumplida por todos los agentes el sector, sin ningún tipo de privilegios ni contemplaciones.

Todo esto ocurre al mismo tiempo que los apagones castigan fuertemente a la población, aumentando la frecuencia e intensidad de los mismos, debido a una disminución de la generación de electricidad, con relación a los periodos septiembre 2000-enero 2002, y marzo 2003-Julio 2004.

El autor es ingeniero

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