Más vacunas y más oxígeno

Más vacunas y más oxígeno

La ciudadanía sigue siendo convocada con vehemente intensidad publicitaria a una inoculación generalizada que al mismo tiempo pasa, como objetivo, al inconveniente de quedar limitada para quienes les corresponda la segunda dosis, lo que genera un vacío en el proceso inmunizador que mueve a preocupación y no debe prolongarse.

Queda en evidencia una interrupción a ser conjurada rápidamente en el preciso momento en que se hace ostensible que los jóvenes quieren trillar el buen camino de la protección sanitaria.

Ocurre también ante unos Estados Unidos que abre puertas a la solidaridad con países que requieran de urgencia el material biológico, apertura que el país debe aprovechar diligentemente. La misma actitud asume la Unión Europea.

Relanzar prontamente el manto protector sobre muchas personas pendientes de recibir la primera dosis.

Es tiempo además de desgravar la adquisición del gas que salva vidas en la crucial fase de Cuidados Intensivos.

El impuesto estatuido a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS), en el caso del oxígeno, incrementa, de seguirse aplicando, el costo de atenciones especializadas en la lucha contra la muerte en centros privados.

El Gabinete de Salud fue creado para que la cruzada contra el coronavirus unifique a la diversidad de organismos del Estado en un accionar hacia el mismo objetivo prioritario de la salud, incluyendo los de la aplicación de impuestos.

Prioridades contra fuegos

Además de contarse con cuerpos de bomberos bien equipados, de miembros apropiadamente entrenados y protegidos en sus condiciones de vida, las acciones contra incendios no implican solo el apagarlos.

Existe la obligación por ley de detectar y corregir las condiciones defectuosas que suelen originarlos en hogares, y principalmente en sedes industriales y comerciales.

Rigen normas ineludibles de prevención para cada sitio que conllevan inspecciones regulares a lo privado bajo supervisión de autoridades competentes.

Este recordatorio no atribuye negligencias a nadie que haya vivido en carne propia algún siniestro.

Pero todo caso de estas características debe mover a la búsqueda de causas en las fuentes de calor existentes para establecer responsabilidades y recibir lo ocurrido como lección para la permanente eliminación de riesgos.

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