Una de las modalidades de la llamada medicina alternativa de mayor efectividad terapéutica es el masaje. El masaje consiste en la manipulación de los tejidos blandos del cuerpo: músculos, tendones y ligamentos, con la finalidad de relajar la mente y el cuerpo y conseguir el alivio de una amplia gama de dolencias y padecimientos.

En esta terapia, el profesional del masaje “lee” el cuerpo a través de sus dedos, ya que con las manos no sólo pueden detectarse y resolverse problemas físicos, sino también tensiones emocionales que se han canalizado a través del cuerpo.

Muchas veces, la tensión se acumula en diversos puntos de la espalda o del cuello por un problema familiar o laboral, y cursa con dolor. Trabajando a fondo la zona en varias sesiones, se puede conseguir restablecer el equilibrio emocional y liberar las tensiones que causan dolor físico.

PARA ALIVIAR LA MENTE Y EL CUERPO

El masaje ha sido utilizado para aliviar enfermedades de diferentes tejidos y órganos, entre los que se encuentran:

Articulaciones: el masaje mejora el estado de los músculos y de los tejidos que mantienen la articulación en posición correcta. El masaje ha dado buenos resultados como tratamiento de la artrosis y la artritis reumatoide.

Aparato digestivo: el masaje resulta de gran utilidad en la mayoría de los trastornos digestivos porque puede relajar o fortalecer los músculos abdominales, cuya manipulación estimula la secreción de las glándulas digestivas.

Por su efecto beneficioso sobre la circulación y peristaltismo intestinal, es de gran ayuda en el alivio del estreñimiento.

No está indicado en afecciones inflamatorias como la gastritis y la colitis.

Sistema cardiovascular: estimula la circulación ejerciendo una presión directa en los vasos sanguíneos, que ayuda a empujar la sangre a través de las venas y tonifica los nervios que controlan las venas, arterias y capilares.

Un masaje vigoroso, con movimientos ascendentes, mejora el retorno venoso y ayuda a prevenir la formación de venas varicosas.

Por otro lado, un masaje tranquilizante disminuye la tensión emocional, induciendo a la relajación y por tanto, alivia las afecciones cardiovasculares relacionadas con el estrés como la taquicardia, la arritmia y la hipertensión arterial.

Sistema respiratorio: el masaje permite respirar mejor de una forma más profunda y uniforme, y contribuye a la eliminación de toxinas y mucosidades. Mejora la tos del fumador, el asma y la bronquitis.

Celulitis: el masaje anticelulítico persigue recuperar el músculo fláccido y, al actuar sobre la acumulación de líquidos y grasas y la circulación, ejerce una importante acción drenante.

Dolor de cabeza: el masaje en el rostro mitiga los dolores de cabeza causados por el estrés y la congestión de los senos paranasales.

El masaje logra que la contracción de los músculos del cuello, uno de los factores que más influyen en los dolores de cabeza, desaparezca.

Ansiedad: la presión lenta y firme con fricciones controladas proporciona un inmediato alivio a la ansiedad, ayuda a remediar las tensiones acumuladas y calma las preocupaciones.

Depresión: el masaje es un excelente tónico para las personas que se sienten decaídas o cuyos niveles de energía están bajos. Contribuye a elevar la sensación de bienestar, mientras relaja, calma e infunde energía.

Estrés: al asumir niveles de estrés a los que somos capaces de enfrentarnos, podemos desarrollar afecciones de la piel, dolor de cabeza, úlceras estomacales, hipertensión y enfermedades relacionadas con el corazón. La terapia con masaje no sólo calma el dolor, sino que facilita la relajación muscular.

Debido a la intrincada relación entre la mente y el cuerpo, al relajar los músculos, se relaja también la mente y tal vez sea esta la razón por la que el masaje tiene tanto éxito en el alivio del estrés. Para aliviar a la tensión se deben usar aceites de lavanda y romero.

Si decide someterse a una terapia con masajes, tenga presente dos cosas: pedir consejo a su médico para asegurarse que no tiene ningún problema que contraindique el masaje, y acudir a un masajista que haya realizado estudios en terapia del masaje.

CON ACEITE ESENCIAL ES MEJOR

Las cualidades del masaje se multiplican cuando se combinan con aceites esenciales. Al penetrar en la piel, las moléculas de aceite pueden llegar hasta la sangre y esparcirse a través de la circulación.

Existe un abanico amplio de aceites esenciales con diferentes cualidades terapéuticas; los hay calmantes, estimulantes, analgésicos, reconstituyentes, desintoxicantes, energéticos y relajantes. Los masajistas utilizan los aceites esenciales mezclados con un aceite de transporte. Por sus propiedades antioxidantes (es rico en vitamina E), el aceite de almendras es el más usado como base lubricante.

TIPOS DE MASAJES

Existen muchas modalidades de masajes, desde aquellos en los que las manos apenas rozan el cuerpo, hasta los que imprimen vigorosos movimientos de sacudida a los tejidos.

Entre las formas de masaje más conocidas se encuentran:

– Effleurage: es un roce suave que puede aplicarse en cualquier zona del cuerpo. Cuando se realiza lentamente, posee una acción sedante; el tipo vigoroso se utiliza para avivar, reanimar y estimular el sistema nervioso central.

– Fricción: se trata de impeler el músculo contra el hueso mediante movimientos circulares de las yemas de los pulgares. Para penetrar en los tejidos más profundos, se utiliza todo el peso del cuerpo. Esta técnica es muy efectiva para descomponer los nudos que se forman en le cuerpo como consecuencia del estrés y la tensión de la vida diaria.

– Petrissage: se define como amasamiento vigoroso que permite trabajar el músculo a profundidad. Se puede aplicar en cualquier zona del cuerpo, excepto en el rostro. Se indica en el tratamiento de la celulitis y para prevenir el entumecimiento después de hacer ejercicio.

– Movimientos de percusión: comprenden una serie de movimientos ligeros y enérgicos que se aplican alternando las dos manos en una rápida sucesión. Se usa para fortalecer los músculos. Aplicados sobre el abdomen ayudan a superar el estreñimiento.

– Vibración y sacudida: con vigorosos movimientos de agitación se logra estimular las funciones de nervios y músculos. Son útiles en los problemas respiratorios y digestivos.