Camiones de todo tipo, cargados de materiales de construcción y otras mercancías, transitan por la avenida de Los Beisbolistas, de Manoguayabo, a pesar de que les está prohibido, por lo que el peligro, la zozobra, la contaminación del aire y sónica mantienen atemorizados a quienes habitan a ambos lados de la vía.

La presencia masiva de vehículos pesados por esta carretera es para evadir el pago de peaje en la estación de la Carretera Sánchez, y la “prohibición” en la Autopista 6 de Noviembre. Las vibraciones, el humo que expiden, el toque de las bocinas se ha convertido en pesadilla en la zona, a lo que se suma el peligro para cientos de estudiantes que cruzan la carretera todos los días para ir a las escuelas y colegios, donde algunos han quedado atrapados entre las ruedas de estas maquinarias.

Esta situación dio al traste con la resolución 011-03, emitida por el Concejo de Regidores del Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste (Asdo) en 2003, que prohíbe el tránsito de camiones de seis metros cúbicos en adelante o más de ocho toneladas, desde la avenida 27 de Febrero hasta Quita Sueño, lo que indica que el problema viene de lejos.

La misma resolución también prohíbe el estacionamiento de vehículos del lado izquierdo de la prolongación 27 de Febrero hasta la avenida Cordillera, próximo a Operaciones Especiales de la Policía Nacional, debido a la estrechez de la vía.

Solo hay que detenerse algunos minutos en la inttersección de las avenidas 27 de Febrero y Los Beisbolistas para observar la cantidad de camiones que entran y salen por esta última vía, rodeadas de centros educativos y sectores poblados, además, con una capa asfáltica que no resiste este tipo de vehículos.

La presión. El secretario general del Asdo, Plutarco Jáquez, dice que la resolución 11-03 fue el resultado de protestas y comunicaciones del Bloque de Organizaciones Sociales de Manoguayabo, compuesta por más de 60 entidades religiosas, sociales, comunitarias y vecinales.

Señaló que los ciudadanos exigieron la prohibición luego de que estudiantes perdieran la vida mientras cruzaban la carretera al salir del Centro Educativo Las Américas, escuela básica Conrado Mieses, así como de otros centros privados.