Masivo plan de construcciones

Masivo plan de construcciones

El pasado 17 de julio el presidente Fernández anunció al país un rígido programa de austeridad en donde sentenciaba que todas las obras con menos de un 75% de avance en su construcción serían paralizadas para solo dedicarse a concluir las que ya se encontraban avanzando hacia su conclusión.

El pasado día 16, en ocasión de su discurso inaugural de su tercer mandato constitucional, anunció un sorpresivo y admirable plan de construcciones de obras en que lo menos que se puede pensar es que de repente se ha descubierto una mina de oro inagotable ya que a ojo de buen cubero se podría estimar que la inversión requerida superaría fácilmente los $300 mil millones de pesos ya que tan solo la segunda línea del metro, el tren Haina-Santiago y el túnel de Sans Soucí devorarían más del 50% del monto estimado para las demás obras.

Estamos frente a los deseos positivos de un exitoso político interesado en ver a su país equiparándose a los más desarrollados del hemisferio y a la vez consolidar un desarrollo que se nos hace cuesta arriba por culpa de los intereses que los políticos desde hace casi 50 años han ido conformando para darle consolidación a una cadena de la corrupción inagotable en sus fuentes de enriquecimiento ilícito.

El país necesita todas las obras anunciadas y las mismas figuran la carpeta de los expertos en desarrollo que desde diversas esferas de acción han estado visualizando lo que más necesita y conviene al país. Siendo realistas el país se conformaría que se mejoren las carreteras como la de San Pedro de Macorís a Higüey-Bávaro o la de Hato Mayor-Sabana de la Mar-Miches conocidas por sus avanzados estados de deterioro y por la frecuencia de los accidentes de tránsito y llevar a cabo la segunda línea del Metro.

Lograr la inversión privada para financiar algunas de las obras anunciadas mediante el sistema de las concesiones es un riesgo muy peligroso ya que las obras llevadas a cabo por ese sistema solo se destaca la carretera a Samaná. Son pocos los resultados positivos para el país como se ha visto con el fracaso de la concesión del peaje de la autopista de Las Américas con el compromiso de construir la carretera hasta La Romana desde San Pedro de Macorís.

Las obras prioritarias, que su ejecución debería acelerarse son las de los acueductos algunos de los cuales han sido acordados en administración con los contratistas como en el caso de Baní y el de Higüey, por igual no debe descuidarse la terminación de la Ciudad de la Salud en el este de la capital que será la piedra angular para establecer un sistema nacional de salud. El tren Haina-Santiago es un sueño muy bonito pero inviable ya que de llegar alguna vez a su ejecución sería un barril sin fondo para el Estado que no tendría recursos suficientes para subsidiarlo y mantenerlo en operación.

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