Un hombre de 28 años   mató de un disparo en el cuello a su pareja y luego se suicidó, en un hecho ocurrido la noche del domingo en el sector Mangular de Bienvenido, en Santo Domingo Oeste.  Ramón Romero Contreras dio muerte a su esposa, Diomaris Taveras, de 21 años de edad, y luego se disparó con la misma arma, en su casa.

Un hombre de 28 años de edad  mató de un disparo en el cuello a su pareja y luego se suicidó, en un hecho ocurrido la noche del domingo en el sector Mangular de Bienvenido, en Santo Domingo Oeste.

El hecho en que Ramón Romero Contreras dio muerte a su esposa, Diomaris Taveras, de 21 años de edad, y luego se disparó con la misma arma, ocurrió a las 10:00 de la noche del domingo en su residencia.

Vecinos de la pareja dijeron que  Romero Contreras era raso de la Policía Nacional,  información que no pudo ser confirmada.

Aunque la Policía dijo que  Diomaris  tenía 21 años de edad, sus familiares informaron a Hoy que era menor de edad.

La pareja dejó en la horfandad una niña de apenas siete meses de edad.

Eury Jiménez, hermano de Romero Contreras, aseguró que su hermano trataba bien a su compañera y que cuando éste visitaba a sus familiares la joven reaccionaba de forma agresiva hacia su hermano.

Vecinos contaron  que el domingo Romero Contreras había salido a una gallera y que al regresar su esposa “le brincó encima”, tras lo cual éste intentó salir para irse a casa de su madre.

   Dijeron que en medio de un ataque de celos, Diomaris intentó ahorcar a su á marido diciéndole que esa noche la tendría que matar, porque él le había “pegado los cuernos”.

Fue ese momento cuando el hombre sacó su arma y disparó a su pareja, tras lo cual se dió un tiro en la cabeza, narró un testigo.

Kenia Tavárez, hermana de Diomaris, aseguró que la pareja “se llevaba bien”, y no desmintió la versión de los familiares de su cuñado, de que Romero Contreras cometió el crimen movido por los constantes celos de su hermana y su actitud agresiva.

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No era violento

Familiares y vecinos de la pareja, coincidieron en que el hombre no era violento y que trataba bien a su compañera.

 Fue culpa de ella

Eury Jiménez, hermano del homicida-suicida dijo que  éste no quería cometer el hecho, y lo hizo por los constantes celos de su mujer, ya que “él la trataba bien a ella, pero por ejemplo, si él iba donde mi mamá ella iba y lo sacaba a galletas. Él no le quería dar”.