Hoy 
POR DIOGENES TEJADA
AEROPUERTO LAS AMERICAS.- Veintinueve dominicanos murieron en hechos de violencia en los Estados Unidos y Puerto Rico en los primeros seis meses del presente año, entre ellos taxistas y bodegueros.
Datos estadísticos obtenidos por Hoy en la terminal de Las Américas indican que 21 de esos dominicanos fueron ultimados a balazos, seis con armas blancas y dos estrangulados.
Diecinueve murieron en los Estados Unidos y diez en Puerto Rico, la mayoría víctimas de atracos en avenidas y calles, al igual que en establecimientos comerciales, especialmente bodegas.
De acuerdo a informes de autoridades norteamericanas, algunos de los crímenes fueron también ejecutados como resultado de disputas entre grupos por el negocio de las drogas.
En algunos de esos hechos se ven envueltos también dominicanos que en ocasiones huyen a su país con el propósito de evitar ser atrapados por las autoridades estadounidenses.
Los informes precisan que muchos de los crímenes quedan impunes debido a que pocas veces las autoridades norteamericanas o puertorriqueñas logran capturar a los autores de esos hechos.
Los cadáveres de los criollos fueron traídos al país a través de diferentes vuelos de las distintas líneas aéreas, y en el aeropuerto Las Américas entregados a sus familiares por un cuerpo médico que los recibe.
Con relación a igual período del año 2005, en el presente 2006, se produce un aumento de seis en el número de víctimas de la violencia en los Estados Unidos y Puerto Rico, según los informes estadísticos.
Se dijo que en Nueva York, donde se produjo la mayoría de los crímenes contra taxistas y bodegueros, hay gran preocupación en la comunidad criolla por el incremento de esos hechos.
Algunos sindicatos de taxistas y entidades comunitarias han exigido a las autoridades neoyorquinas disponer de una mayor vigilancia policial, especialmente en bodegas de dominicanos en los sectores de Manhattan y Bronx, donde se produjeron muchos de los hechos de violencia.
También al país fueron traídos en estos meses los cadáveres de siete dominicanos que se ahogaron en circunstancias desconocidas, y de otros 38 que murieron a causa de enfermedades.
