Matan 3 diputados en ataque Zona Verde Irak

Matan 3 diputados en ataque Zona Verde Irak

Bagdad (EFE).- La oleada de violencia que sufre Irak se coló ayer de lleno en la supuestamente inexpugnable «zona verde» de Bagdad con una explosión en la misma cafetería del Parlamento que dejó al menos ocho muertos, tres de ellos diputados y cinco trabajadores.

En el atentado, perpetrado por un suicida, además de las ocho personas fallecidas, resultaron heridas una veintena de personas, según explicó el general estadounidense William Caldwell.

Sin embargo, fuentes parlamentarias iraquíes insistieron a Efe en que el número de muertos es de siete, y no de ocho como anunció el mando militar de EEUU. En el momento en el que el suicida hizo detonar la carga explosiva que llevaba, muchos diputados y miembros de su personal almorzaban en la cafetería. El suicida quedó despedazado, y sus restos podían verse en la cafetería y zonas aledañas poco después del estallido.

El atentado ha dejado varias aristas poco claras, hasta el punto de que tan sólo ha trascendido el nombre de uno de los muertos, Mohamed Hasan Awad, del partido suní «Diálogo Nacional», uno de los partidos suníes con representación en el Legislativo.

 Según fuentes parlamentarias iraquíes, entre los heridos se encuentra Dafer Al Ani, miembro del suní Frente del Consenso Iraquí, y otro del bloque parlamentario de Muqtada Al Sadr, que forma parte de la Alianza Unida Iraquí, chií.

   Tampoco está clara aún la autoría del atentado, que apunta en diversas direcciones, dependiendo de quién facilite la información.

   El diputado suní Mizal Al Alusi acusó a la organización de Al Qaeda y a los servicios secretos regionales -en velada alusión a Irán- de estar detrás del atentado.

   «Ese ataque tiene como blanco el proceso político en Irak, y Al Qaeda y los servicios secretos regionales están detrás de su planificación y su financiación», afirmó Alusi a Efe.

   La reacción política a este duro golpe en pleno corazón de la Zona Verde -apenas el último resquicio seguro que queda en Bagdad- ha sido inmediata.

   El presidente del parlamento iraquí, Mahmud al Mashadani, ha convocado para mañana, viernes, una sesión extraordinaria de la cámara tras el atentado.

   Al Mashadani convocará esta sesión en viernes -habitual día de descanso en Irak y los países musulmanes- para expresar su rechazo contra «el desafío que supone este acto terrorista».

   El presidente del Parlamento dijo que la sesión serviría también para «expresar nuestra solidaridad con los mártires y los heridos», y precisó que se celebrará en una de las salas más afectadas por la explosión.

   Por su parte, el secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, «condenó firmemente» el atentado e instó al pueblo iraquí a hacer frente a los actos sectarios y terroristas a través de la unidad de todas las corrientes.

   Pese a todo, ésta no es la primera vez que la «zona verde» sufre un ataque contra su presunta invulnerabilidad.

   El 22 de marzo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, tuvieron que interrumpir la rueda de prensa que ofrecían en la oficina de este último por el impacto de un mortero a apenas 100 metros del edificio, que hizo temblar la sala.

   Sin embargo, el peor ataque en la «zona verde» hasta ahora data de octubre de 2004, cuando seis personas murieron en una explosión en una cafetería del área fortificada.

   Además, hoy también la explosión de un camión bomba destrozó otro de los símbolos y puntos neurálgicos de la capital iraquí: el puente de Sarafiya, que une la zona suní de Wazeiriya, del centro de Bagdad, con el barrio Kazimiya, del norte de la capital.

   Al menos nueve personas murieron y otras once sufrieron heridas como consecuencia del atentado.

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