BAGDAD (AFP).- Nueve iraquíes y cuatro Marines estadounidenses murieron ayer, martes, en sucesos violentos en Irak, mientras que un equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzó a estudiar medidas para luchar contra la gripe aviaria, que ya ha dejado dos muertos en el Kurdistán iraquí.

Cuatro Marines estadounidenses murieron tras la explosión de varios artefactos en la provincia occidental rebelde de Al-Anbar, según un comunicado militar.

Estas muertes elevan a al menos 2.255 el número de militares estadounidense o personal asimilado fallecidos en Irak desde la invasión del país en marzo de 2003, según el recuento de la AFP basado en cifras del Pentágono.

Nueve iraquíes murieron el martes, entre ellos el alcalde de Faluya, y 28 personas resultaron heridas por diversos ataques y explosiones en el país, indicaron fuentes policiales y hospitalarias.

El alcalde de Faluya (a 50 kilómetros al oeste de Bagdad), Cheik Kamal Chaker Nazal, de 54 años, fue asesinado por hombres que armados que abrieron fuego contra su coche en el céntrico barrio de Al-Jumuriya, cuando se dirigía a su despacho. La policía anunció más tarde haber detenido tres sospechosos.

En Bagdad, murieron tres civiles y otras veinte personas resultaron heridas en la explosión de dos artefactos, mientras que en Bakuba (noreste), un policía murió y cuatro civiles fueron heridos por disparos de desconocidos. En Kirkuk (norte) fueron asesinados otros dos civiles.