Bat Ayin, (AP).- Un miliciano palestino irrumpió el jueves a hachazos en un asentamiento judío en Cisjordania, mató a un niño israelí de 13 años e hirió a otro de siete antes de huir.

El ataque pone a prueba al nuevo primer ministro Benjamin Netanyahu, quien ha prometido mano firme contra los milicianos y ha manifestado escepticismo sobre las perspectivas de paz. El vocero del gobierno Mark Rebev lo calificó como «un acto insensato de brutalidad contra inocentes».

Policías y militares buscaban al atacante, según el vocero policial Micky Rosenfeld y oficiales del ejército. Las fuerzas armadas se movilizaron en el pueblo vecino de Safa, inspeccionaron casas y se llevaron a residentes hasta el patio de una escuela. Los militares dijeron que todos los caminos en torno del asentamiento de Bat Ayin estaban cerrados.

Un residente, que sólo se identificó como Avinoam, dijo que se resistió al atacante.

«Primero le así la mano en que tenía el hacha para que no me matara», dijo al Canal 10 de televisión. «Me caí y logré levantarme… En determinado momento logré arrebatarle el hacha de la mano» antes de escapar, agregó. Dijo que el atacante «tenía una mirada asesina».

El servicio de emergencia israelí dijo que el niño de siete años estaba gravemente herido.

Un grupo autotitulado Mártires del Imán Mughniye se atribuyó el ataque en un correo electrónico enviado a la AP.

El grupo lleva el nombre de un jefe de Jezbolá muerto en Siria el año pasado en lo que se cree fue un asesinato de espías israelíes. En el pasado se ha atribuido otros ataques, pero funcionarios de la defensa creen que probablemente se trata de un nombre usado por otros grupos para evitar represalias israelíes.

El mensaje dijo que Yihad Islámico también estuvo involucrado, pero el vocero del grupo en Gaza no formuló comentarios.

El atacante al parecer entró sin dificultades en Bat Ayin, al sur de Jerusalén. El asentamiento congrega a colonos religiosos que se han negado levantar un cerco de seguridad en torno de su comunidad, como ocurre en casi todos los demás, aduciendo que los cerdos son un signo de inseguridad.