Un activista comunitario que luchaba contra un plan para la construcción de un gasoducto que atravesaría su pueblo en el centro de México fue asesinado ayer, tres días antes de una consulta popular que se realizará sobre el proyecto.
El presidente Andrés Manuel López Obrador condenó el asesinato de Samir Flores Soberanes, calificándolo de “vil, cobarde“. Sin embargo, el mandatario mexicano dijo que la consulta popular sobre el Proyecto Integral Morelos se efectuará como estaba planeado.
Desde hace años las comunidades locales han luchado contra el proyecto, que incluye dos plantas termoeléctricas, un gasoducto para abastecer a la planta con gas natural desde Tlaxcala y un acueducto.
Las comunidades mayoritariamente indígenas alrededor del volcán Popocatépetl han expresado preocupaciones relacionadas con la salud, la seguridad y el suministro de agua. Amilcingo, la comunidad donde radicaba Flores, está entre las que se oponen al referendo. El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua, del que Flores formaba parte, informó en un comunicado que dos vehículos se estacionaron frente a la casa del activista alrededor de las 5 de la madrugada.
La gente que estaba a bordo de los coches lo llamó y le dispararon cuando salió de su vivienda. El gobierno del estado de Morelos informó en un comunicado que Flores fue atacado a la entrada de su casa y falleció en un hospital cercano.