Matan dos oficiales PN Villa Mella y V. Vásquez

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POR YNDIRA CONCEPCIÓN
Dos tenientes de la Policía  murieron a tiros este fin de semana, uno en Villa Vásquez, Montecristi, durante un intercambio de disparos con varios hombres, y el otro en Villa Mella, Santo Domingo Norte.

En el hecho ocurrido en Villa Vásquez, además del segundo teniente José Arismendy Rivas y Rivas, resultó muerto el comerciante Pedro Antonio Martínez y otro sólo identificado como Melanio El Guachi.

La Policía acudió ante una denuncia en el sentido de que falsificadores intentaron canjear billetes de RD$2,000 falsos en una casa de cambio.

En el otro incidente, el primer teniente Luis Manzueta Javier, de 43 años, fue muerto de dos balazos próximo al Super Colmado «El Pelo», ubicado en la calle 28, de Villa Mella. Personas no identificadas lo interceptaron mientras caminaba en la madrugada de ayer. El oficial fue atacado a tiros y despojado de su arma de reglamento y su cartera con documentos personales y 600 pesos.

MONTECRISTI
En Villa Vásquez, de acuerdo con las versiones, el enfrentamiento se produjo cuando una patrulla de la Policía sorprendió a varias personas cambiando billetes falsos de la denominación de RD$2,000 en una casa de cambio de esta localidad.

En la balacera también resultó muerto el comerciante Pedro A. Martínez de 43 años, quien residía en la comunidad de Pueblo Nuevo, en Mao. Martínez. Fue la persona que informó a la Policía sobre la presencia de los dos hombres en la zona.

La comandancia regional noroeste de la Policía informó que el oficial Rivas y Rivas fue alcanzado por varios proyectiles. Su deceso se produjo cuando era conducido en estado agónico al Centro Médico Gerardo Ellis Cambiazo, de la ciudad de Mao.

El hombre que resultó muerto en la balacera fue identificado solo como Melanio El Guachi, mientras que otro de sus compañeros, identificado como Andrés Avelino Torres Reyes, resultó herido.

La comandancia policial en Mao informó que está prófugo Sócrates de Jesús Quiñones, a quien definió como otro de los integrantes de la banda de falsificadores. Huyó en la yipeta Mitsubishi, color gris, placa G144458 en que viajaba el grupo de falsificadores de dinero.

La policía ocupó al civil muerto una pistola calibre 380 marca Browning, número 425px33488. El oficial muerto en el intercambio de disparos era oriundo de Las Matas de Santa Cruz.

CASO VILLA MELLA
Según versiones recogidas en el lugar, el oficial fue herido de dos disparos, uno en la espalda y otro en la nuca. Esta versión no se pudo confirmar en el Instituto Nacional de Patología Forense, donde fue trasladado el cadáver a las cuatro de la mañana. Se dijo que el director de la institución no estaba para confirmar la información.

En las primeras horas de la mañana después del asesinato, agentes de la Policía detuvieron a dos menores que reparaban una motocicleta tipo passola frente a la residencia de uno de ellos, aunque se desconocía los motivos del apresamiento.

Manzueta Javier residía junto a su esposa Mercedes de la Cruz y a sus cuatro de hijos, dos hembras y dos varones, de edades comprendidas entre los 10 y 19 años. Vivía en el residencial Remanso, de Villa Mella, en una calle sin número, detrás de la cancha deportiva del lugar.

«Yo lo estaba esperando a eso de la 2:20 de la mañana cuando fue una patrulla a la casa a decirme que mi esposo había tenido un accidente en un motor. Cuando fui a ver él estaba tirado en la calle, muerto. Después fue que me dijeron que lo habían matado», expresó de la Cruz, la viuda.

Dijo que su esposo no tenía problemas con nadie.

Señaló que en los próximos dias, Manzueta Javier cumpliría 21 años de servicio ininterrumpido en la Policía Nacional. Estaba adscrito al destacamento del ensanche Naco. Su cuerpo será velado hoy en su pueblo natal, Yamasá.

Sus vecinos lo definieron como «un policía bueno en todos los calibres», «se pasaba de bueno», «en el barrio estamos sorprendidos y, de luto», contestaron algunos al ser consultados sobre la conducta del agente.

Todos se negaron a ofrecer sus identidades por temor a represalias de los asesinos, que alegan  fueron unos menores que tienen el barrio bajo azote. Dijeron que uno de ellos habría salido de la cárcel no hace mucho tiempo.

«Ese tipo era tan serio que él trabajó en la Lotería donde hay cuartos y mira la casa que tenía. Y en qué sector la tenía, cuando un primer teniente en este país vive en residenciales tu sabe ya», afirmó una joven.

El agente quien era el mayor de siete hermanos nativos de Yamasá, además de ser policía, compraba botellas en el barrio por lo que era reconocido como «Luis el botellero».

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