Apenas dos semanas después que el jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo, le atribuyera el asesinato del periodista Blas Olivo, el recluso José Miguel Rodríguez Almonte (Job) murió ayer de varios disparos en su celda de la cárcel de Monte Plata, tras supuestamente enfrentar con una pistola a agentes del Departamento de Investigaciones Criminales (Dicrim) que le fueron a hacer una requisa.

El procurador general Francisco Domínguez Brito, informó que al recluso se le hizo una requisa sorpresa en su celda para comprobar la tenencia de un arma de fuego y revisar llamadas de celulares que tendría.

“Por eso el allanamiento se le hizo de manera sorpresiva y él reaccionó disparando con el arma, pero era vivo que se necesitaba para lo que se estaba investigando, lo que pasa es que él era muy violento”, dijo el Procurador en declaraciones a HOY.

Sin embargo, no entró en detalles de por qué se quería revisar llamadas en su celular.