BAGDAD (AFP).- El gobernador de Bagdad fue asesinado el martes de mañana en una emboscada en la capital de Irak, donde un atentado suicida dejó diez muertos, mientras que cinco soldados norteamericanos murieron en diferentes ataques en el país.

Tres militares estadounidenses perdieron la vida en un atentado en el norte de Bagdad, otro en Balad, a 70 km al norte de la capital, y el quinto en la provincia rebelde sunita de Al Anbar, en el oeste de Irak.

Además, 21 iraquíes, entre ellos seis soldados y cuatro policías, así como un camionero turco, murieron en diversos ataques en territorio iraquí, sobre todo en la región situada al norte de Bagdad, que suele ser escenario de actos violentos.

El grupo del extremista jordano Abu Musab al Zarqaui, enemigo número uno de Estados Unidos en Irak, reivindicó el asesinato del gobernador de Bagdad, Alí Radi al Haidari, en un comunicado difundido en una página de internet, cuya autenticidad no se ha podido verificar.

«Jóvenes Muyahidines de la Organización de Al Qaida en el país de Rafidaín (Mesopotamia) asesinaron a un tirano entre los agentes de los estadounidenses, el gobernador de Bagdad», puede leerse en la nota.

Según un responsable del ministerio del Interior, el gobernador y dos de sus guardaespaldas fueron asesinados al caer en una emboscada tendida en el norte de Bagdad, en la que también murió un civil.

El 27 de diciembre, durante una conferencia de prensa, el gobernador asesinado se declaró a favor de una política de mano dura contra los rebeldes. «Tenemos que golpearles con mano dura para impedir los actos de sabotaje», indicó.

En Tailandia, el secretario de Estado norteamericano Colin Powell dijo estar apesadumbrado por la muerte de Al Haidari y recalcó que «esto demuestra que hay asesinos y terroristas que no quieren que se celebren las elecciones».

Sin embargo, los comicios «tendrán lugar en la fecha prevista», el 30 de enero, dijo el martes el canciller Hoshyar Zebari, al día siguiente de que el ministro de Defensa, Hazem Chaalan, mencionara la posibilidad de aplazarlos.

Quince minutos antes de la emboscada contra el convoy del gobernador de Bagdad, un kamikaze cometió un atentado suicida con un camión cisterna contra un cuartel general de las fuerzas del ministerio del Interior, cerca de la Zona Verde, perímetro de seguridad del centro de la capital.

«Diez personas, entre ellas ocho policías, murieron y otras 56, entre policías y civiles, resultaron heridas», declaró a la AFP una fuente del ministerio del Interior.

En un comunicado, este ministerio confirmó el balance de diez muertos y dio cuenta de unos 60 heridos.

El lunes, dos atentados suicidas golpearon Bagdad, con un saldo de tres británicos muertos y otras cuatro víctimas mortales cerca de la sede del partido del primer ministro Iyad Alaui.

Autoridades electorales de Irak podrían concentrar los lugares de votación en los sitios más seguros, pero están decididos a realizar las elecciones en la fecha prevista del 30 de enero, pese a la violencia, dijo un alto funcionario del departamento de Estado estadounidense este martes.

Por su parte legisladores norteamericanos admitieron ayer que de continuar la violencia en Irak, las autoridades podrían verse forzadas a postergar los comicios. «Estamos considerando que podría haber un retraso», dijo el diputado demócrata por California Tom Lantos, en declaraciones a la cadena televisiva MSNBC.

En el mismo sentido, la diputada republicana Ileana Ros-Lehtinen expresó que «podría pensarse un poco lo de la fecha, pero las elecciones se llevarán a cabo».