Matan hombre mantuvo 62 rehenes en una cárcel

Matan hombre mantuvo 62 rehenes en una cárcel

Fue muerto ayer de dos disparos un haitiano que mantuvo rehenes por más de seis horas a 62 reclusos de la cárcel del Palacio de Justicia de Santo Domingo, en la zona oriental de la ciudad, luego de que fue detenido cuando atacó a una ayudante de fiscal a la que amenazó con matarla.

El haitiano Carlos Alberto Santana (El Brujo) se presentó al departamento de Querellas y Conciliaciones en procura de la ayudante de fiscal Digna Vásquez.

Santana dijo que la fiscal recibió una querella en su contra que unos trabajadores haitianos interpusieron «por trabajos realizados y no pagados».[tend]

La ayudante de fiscal Vásquez no estaba presente, por lo que Santana fue atendido por Sandra Gómez, otra ayudante de fiscal. El Brujo atacó a la fiscal Gómez dándole dos bofetadas y amenazándola de muerte.

En ese momento, intervinieron agentes de seguridad que le colocaron esposas y lo condujeron al recinto carcelario, donde previamente fue requisado por el agente de turno, el primer teniente Revis Sánchez, quien al parecer no detectó que el hombre portaba armas de fuego.

El Brujo fue introducido en una celda, junto a otros reclusos, y en un momento de descuido de los agentes que lo custodiaban, sacó dos armas y tomó en rehenes a los reclusos desde las 9:30 de la mañana y hasta las 3:30 de la tarde, cuando los presos se unieron y lo atacaron de valor y decidieron a atacar al secuestrador, lo despojaron de una de las armas de fuego. Durante el forcejo agentes antiterroristas de la Policía le hicieron dos disparos, uno en el estómago y otro en el cuello. El Brujo fue llevado herido al hospital Ramón de Lara, en San Isidro, donde murió. Otros dos presos que resultaron levemente heridos, cuyos nombres no pudieron ser obtenidos, fueron trasladados al hospital Darío Contreras.

En tanto, el primer teniente Sánchez, y una agente no identificada, se encuentran detenidos en el cuartel general de la Policía, para ser investigados para determinar cómo el brujo pudo entrar a la cárcel con dos armas de fuego y dos cargadores.

La víctima hizo alrededor de 10 disparos mientras estuvo en las celda con los rehenes, aunque ninguno alcanzó a los reclusos.

El Brujo había pedido la presencia del Presidente de la República, Hipólito Mejía, y del Procurador General de la República, Víctor Céspedes Martínez, como única condición para desistir de sus pretensiones de asesinar a unos cuantos de los que estaban junto a él.

Céspedes Martínez se presentó al lugar, pero luego se retiró.

El fiscal de Santo Domingo, Eddy Olivares, permitió que llegaran hasta la prisión la madre y de la esposa de Santana, para tratar de persuadirlo, pero fue inútil.

Las labores judiciales fueron suspendidas en los diferentes departamentos de la Fiscalía y de los tribunales que funcionan en esa jurisdicción, luego de enterarse del incidente.

Al lugar acudieron miembros de los diferentes departamentos policiales y ambulancia del Cuerpo de los Bomberos.

El supuesto brujo acudió al departamento de Querellas y Conciliaciones de la Fiscalía para que investigar una querella que habían colocado en su contra unos trabajadores haitianos que laboraron en un edificio que construía en El Castillo, La Victoria.

Según trascendió, para ingresarlo a la cárcel, a Santana se le pidió que se bajara los pantalones para requisarlo y quedó en pantaloncillos. Fue luego de esto que se le introducido en la celda, según se explicó. Sin embargo, más tarde sacó las dos pistolas del calzoncillo y tomó a los reclusos en rehenes.

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