COLOMBO (AP).– Un atacante suicida embistió su motocicleta lleno de explosivos contra el automóvil que transportaba a un jefe militar de Sri Lanka, matándolo a él y a otras tres personas, dijeron las autoridades. Otras cinco personas fueron heridas.

Las autoridades de inmediato culparon a los rebeldes Tigres Tamiles por el ataque que mató al teniente general Parami Kulatunga. El presidente Mahindra Rajapakse dijo que «esos asesinatos son ulteriores ejemplos de los esfuerzos concertados (de los Tigres) para desbaratar el proceso de paz’’.  Pero los rebeldes negaron toda responsabilidad en el ataque. Un dirigente de la insurgencia, Seevaratnam Puleedevan, dijo que los Tigres acataban la tregua y estaban comprometidos con el proceso de paz.

Cuatro meses de violencia han puesto a Sri Lanka nuevamente al borde de la guerra civil. El atentado del lunes se registró unos dos meses después que los Tigres trataron de matar a un alto comandante militar en un ataque suicida en Colombo.

El atentado contra Kulatunga ocurrió cerca de la vivienda del jefe militar en Pannipitiya, a 15 kilómetros al sureste del centro de la capital.

Kulatunga había liderado numerosos operativos de contrainsurgencia en el noreste de Sri Lanka, escenario de la mayoría de los combates durante casi veinte años de guerra civil.

La explosión también mató al chofer del general, a un guardia de seguridad, y a un peatón, dijo el ejército. Otros cinco transeúntes fueron heridos y trasladados a un hospital.