KABUL. AFP. Más de cien talibanes murieron en combates en los últimos dos días en el suroeste de Afganistán, según las autoridades de Kabul, mientras que dos soldados de la OTAN fallecieron ayer en un atentado suicida en el este del país.

 Los enfrentamientos entre los rebeldes islamistas y las tropas afganas e internacionales tuvieron lugar en el distrito de Bakwa, en la provincia de Farah, declaró a la AFP el portavoz del ministerio afgano del Interior, Zemarai Bashary.  «Durante dos días de operaciones, más de cien enemigos de la paz y la estabilidad murieron», añadió, usando la expresión que designa a los talibanes en el lenguaje oficial afgano.

«Retomamos el viernes el control del distrito, que estuvo ocho meses en poder talibán», reconoció el portavoz al precisar que las operaciones armadas proseguían y que cinco «importantes comandantes» talibanes resultaron muertos.

La provincia de Farah está en la frontera con Irán y los ataques en ella son numerosos desde hace varios meses. Ocho civiles afganos murieron en esa zona en la explosión de una bomba el martes pasado  al paso del minibús en el que iban.

Los talibanes, que gobernaron Afganistán de 1996 a 2001, se hicieron en 2007 con varios distritos de zonas aisladas del país antes de que les expulsasen de ellos las fuerzas de seguridad afganas e internacionales.

Sin embargo, en sus feudos del sur del país, la OTAN reconoció en diciembre de 2007 que los rebeldes controlaban cinco distritos.