Bagdad (EFE).- Al menos 13 personas, incluidos tres militares iraquíes, murieron ayer en nuevos atentados y enfrentamientos en Irak, donde han sido encontrados los cadáveres de 14 civiles con impactos de bala.

El primero de los ataques ocurrió esta mañana en el centro de Bagdad, donde un coche bomba hizo explosión en un mercado y causó la muerte de tres civiles y heridas a otros 22, informaron fuentes policiales.

Otras cinco personas perdieron la vida en atentados similares en el barrio chií de Huseiniyat, en el norte de Bagdad, así como en el centro de la rica ciudad petrolera de Kirkuk, a unos 270 kilómetros al norte de la capital.

Según las fuentes, un oficial del Ejército y dos soldados murieron y 25 personas resultaron heridas en enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y grupos armados en los barrios de Fadhl (suní) y Ciudad Al Sadr (chií), en el centro y el este de Bagdad.

Por otro lado, el Ejército estadounidense anunció hoy en un comunicado, que dos presuntos insurgentes murieron y otros 27 fueron detenidos durante una redada de las tropas norteamericanas en la localidad de Al Taji, a 30 kilómetros al norte de la capital.

Otro comunicado militar, informaba hoy también de la muerte, el jueves, de al menos 14 supuestos insurgentes en un ataque de un helicóptero estadounidense en el sur de la ciudad de Samarrá (100 kilómetros al norte de Bagdad).

La nota afirmaba que ninguno los militares estadounidenses resultó herido, y que las tropas hallaron “grandes cantidades de armas y munición, incluidos fusiles y lanzagranadas” en el lugar del ataque.

El Ejército de EEUU también anunció hoy la muerte dos de sus soldados en atentados perpetrados el jueves en Bagdad, así como de la detención de seis presuntos rebeldes, “algunos de ellos no iraquíes”, en el sur de la capital.

Además, la policía iraquí encontró hoy en el este de Mosul los cadáveres de 14 kurdos chiíes, todos campesinos, con impactos de bala y señales de haber sido torturados antes de ser asesinados, según fuentes de la policía de esa ciudad septentrional.

Por otro lado, un tribunal iraquí condenó hoy a muerte a un ciudadano iraquí por su relación con acciones de terrorismo y por haber filmado un atentado suicida perpetrado en diciembre de 2004 contra una base militar en Mosul, en el que murieron 18 soldados de la coalición multinacional, según un comunicado militar.

Italianos se retiran

ROMA (AFP) – Con la salida ayer de los últimos soldados italianos desplegados en el sur de Irak, Italia completa la retirada de sus tropas de territorio iraquí, tal como prometió el gobierno de centro izquierda liderado por Romano Prodi, contrario a la intervención militar en ese país.

   Los soldados italianos entregaron este viernes el control de su última base, en Nasiriya, en el sur del país, a las fuerzas de seguridad iraquíes. De los 3.200 soldados enviados hace tres años sólo quedaban unos 60, que abandonaron “con la mayor tranquilidad” el territorio iraquí este viernes, indicó el jefe de gobierno.

   “Los últimos italianos salen hoy del país rumbo a Kuwait y luego a Italia. Todos habrán partido esta tarde”, declaró en Irak el comandante inglés Charlie Burbridge.

   El 27 de noviembre, el primer ministro italiano, Romano Prodi, había indicado que los entre 60 y 70 últimos militares italianos presentes en Irak saldrían de ese país entre el 1 y el 2 de diciembre.

   La coalición de centro-izquierda liderada por Prodi había hecho de la retirada total de las tropas italianas de Irak uno de los principales temas de su campaña electoral durante las legislativas de abril.

   El precedente gobierno de derecha, dirigido por Silvio Berlusconi, era, por el contrario, uno de los principales aliados del gobierno estadounidense y envió las tropas a Nasiriya en junio de 2003, pese a la oposición de buena parte de la opinión pública.

   Después de la victoria electoral de la Unión de izquierda, el nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Massimo D’Alema, viajó a Washington para reunirse con la secretaria de Estado Condoleezza Rice, para confirmarle la retirada.

    “No digo que los estadounidenses estén contentos, pero estoy convencido de que las explicaciones que dará Massimo D’Alema serán aceptadas porque son coherentes”, explicó entonces Romano Prodi.

   “Seremos amigos de Estados Unidos, pero de manera diferente de Silvio Berlusconi”, declaró por su parte el canciller italiano.

   La operación de desmantelamiento no fue del todo fácil. Tanto las tropas como el material fueron transportados por tierra de la base a Kuwait, a 350 kilómetros de distancia.

   Una columna de más de 10 kilómetros de camiones y contenedores transportó el material, que fue embarcado en 10 buques civiles y seis aviones Antonov. Los soldados viajaron en 20 aviones civiles.

   La misión italiana, denominada Operación Babilonia, vivió su peor momento el 12 de noviembre del 2003, cuando un camión bomba lanzado contra la base de Nasiriya le costó la vida a 17 militares italianos y dos civiles.

   Se trataba del atentado más grave registrado contra italianos desde 1945, cuando concluyó la Segunda Guerra Mundial.

   Otros 13 soldados murieron a lo largo de los tres años de permanencia en Irak, en combate o en accidentes.

   La muerte de un alto dirigente de los servicios secretos, Nicola Calipari, en marzo del 2005, tiroteado por soldados estadounidenses cuando acompañaba a la periodista Giuliana Sgrena recién liberada por sus secuestradores, desencadenó un grave incidente diplomático con Estados Unidos.

   Según un primer balance realizado por la prensa italiana, los italianos realizaron más de 800 proyectos en varios sectores, entre ellos de electricidad, agua, salud, transporte y escuelas, por un total de 32 millones de euros.

   Entre las principales tareas realizadas están la formación de 1.700 soldados y 12.000 policías iraquíes, la reparación de carreteras y la protección de patrimonio arqueológico.

   Italia se comprometió de todos modos a participar en la reconstrucción de Irak y seguirá entrenando a personal de la OTAN.