Bagdad (EFE).- Al menos 35 personas murieron y otras 38 resultaron heridas ayer en una nueva jornada de violencia, con ataques y atentados perpetrados en diferentes zonas de Irak, informaron fuentes castrenses y de seguridad. Cuatro “terroristas” y cuatro mujeres murieron en un ataque aéreo estadounidense lanzado esta madrugada contra un supuesto escondite de insurgentes en las proximidades de ciudad de Baquba, a 65 kilómetros al noreste de Bagdad, informó el mando militar estadounidense en Irak.

El bombardeó aéreo fue precedido por un intercambio de disparos con algunos rebeldes que se refugiaban en el interior de la casa, precisó un comunicado, que no indicó si se produjeron víctimas entre los militares estadounidenses.  La nota afirmó asimismo que en esa operación resultaron heridos dos sospechosos de perpetrar actos terroristas y de estar relacionados con dirigentes de la organización Al Qaeda en las provincias de Diyala y Salah El Din, al norte de Bagdad.  La Organización de Ulemas de Irak (OUI), la más importante institución religiosa suní del país, reaccionó a ese ataque acusando a las tropas norteamericanas de haber perpetrado una “masacre”.

   “Las tropas de ocupación estadounidenses irrumpieron esta madrugada en una vivienda de la zona de Al Katon y mataron a cuatro hombres y cuatro mujeres, dos de ellas embarazadas, y todos miembros de una misma familia”, denuncia un comunicado de la institución religiosa.

También hoy, en Baquba, un ataque lanzado por desconocidos con proyectiles de mortero contra una vivienda dejó siete personas muertas y otras dos heridas, todos de una misma familia, según confirmaron fuentes de la oficina de coordinación conjunta estadounidense-iraquí.

Sin embargo, el incidente que arrojó el mayor numero de víctimas ocurrió esta noche en Bagdad, donde al menos diez iraquíes perdieron la vida y otros once resultaron heridos en un ataque perpetrado por un grupo armado en el barrio Al Hurriya, informaron fuentes de la policía local.

   Explicaron que varios hombres pertrechados con armas ligeras y que se trasladaban en varios vehículos dispararon contra los habitantes del barrio, poco después del “iftar” (momento en el que los musulmanes celebran la ruptura del ayuno en el mes del Ramadán).

   Siete horas antes, la explosión de un coche bomba en un mercado popular del barrio de Al Bayaa, en el suroeste de la capital, se cobró la vida de cinco civiles y causó heridas a otras ocho personas, informaron portavoces del ministerio del Interior.

   Según su relato, un policía murió y otras cuatro personas resultaron heridas al explotar un artefacto junto al vehículo en el que el uniformado patrullaba en el barrio de Al Karada, en el centro de la ciudad.

   Además, esta noche la policía anunció el hallazgo de 35 cadáveres de personas asesinadas con un tiro en la cabeza y con señales de tortura en diferentes áreas de Bagdad.

   La incontenible espiral de violencia que azotó hoy al país también salpicó las regiones del norte, ya que en Mosul, 440 kilómetros al norte de la capital, un agente de orden perdió la vida al estallar una bomba al paso de una patrulla, según fuentes de la policía de la provincia de Nínive.

   En la rica ciudad petrolera de Kirkuk, ubicada entre Mosul y Bagdad, dos soldados iraquíes fallecieron en un ataque con morteros lanzado por supuestos insurgentes contra un puesto de control.

   En esa misma zona, una mujer murió y otras ocho personas resultaron heridas por la explosión de un coche bomba frente a la sede del Frente Turcomano de Irak, el principal partido que representa a la comunidad turcomana de Kirkuk.

Hallan 35 cadáveres

Bagdad (EFE).- Un total de 35 cadáveres de personas asesinadas con un tiro en la cabeza, y con señales de tortura fueron hallados ayer en diferentes zonas de Bagdad, informaron fuentes del Ministerio iraquí del Interior.

Indicaron que los cuerpos fueron enviados al principal deposito de cadáveres de la capital, a fin de que puedan ser reconocidos por sus familiares. 

Fuentes de la policía han manifestado en reiteradas ocasiones su convicción de que los miles de cuerpos encontrados en los últimos siete meses, en su mayoría en Bagdad, pertenecen a personas asesinadas en el marco de la violencia sectaria que protagonizan chiíes y suníes.