JERUSALEN (AFP).- Cuatro palestinos fueron abatidos este miércoles a sangre fría por un colono judío en una colonia del norte de Cisjordania, indicaron fuentes médicas palestinas. El anterior cómputo informaba de la muerte de tres palestinos y de al menos dos heridos. «Uno de los heridos murió a causa de sus heridas», indicó a la AFP un portavoz del hospital Hadasá Ein Kerem de Jerusalén.

Los periodistas de los medios israelíes afirmaron que este ataque se inscribía en el marco de intentos de algunos miembros de la extrema derecha judía de sabotear la retirada israelí que se lleva a cabo en la franja de Gaza.

Los cuatro palestinos, que trabajaban en la zona industrial de la colonia de Shilo, al norte de Ramalá, fueron abatidos por un colono de la implantación vecina de Shvut Rakhel, según fuentes de seguridad.

El asesino, contratado como chófer para trasladar a los obreros palestinos, mató a dos que se encontraban a bordo de su vehículo, con un arma robada a un guardia de la colonia al que amenazó con un cuchillo.

El colono regresó entonces a la zona industrial de la implantación y disparó contra un grupo de obreros palestinos, matando a uno e hiriendo gravemente a otros dos. Uno de estos dos heridos murió en el hospital.

Inmediatamente después fue neutralizado y arrestado, y ambulancias y helicópteros israelíes llegaron al lugar para evacuar a las víctimas, indicaron testigos.

Los cuatro muertos palestinos son Mohamad Mansur, Bassam Tawafsheh, su hermano Wissam y Jalil Walwil, todos originarios de localidades del norte de Cisjordania.

El asesino fue identificado como Acher Weiss, de 40 años, casado y padre de dos hijos.

La décima cadena de televisión israelí calificó el acto de «asesinato a sangre fría cometido por un terrorista judío en Cisjordania».

El dirigente palestino Mahmud Abas lo calificó de «crimen» destinado a «sabotear la retirada de la franja de Gaza», y pidió a los palestinos que dieran muestra de «moderación».

«El presidente Mahmud Abas condena vigorosamente el asesinato de tres civiles palestinos en la región de Ramalá. Este crimen es un intento de sabotear la retirada de Gaza», declaró a la AFP el portavoz de la Autoridad Palestina, Nabil Abu Rudeina.

Abas pidió a los palestinos «moderación y no dejarse arrastrar por esos crímenes», añadió.

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, condenó por su parte este «acto terrorista judío», según un comunicado de la presidencia del Consejo israelí.

«El primer ministro considera grave el acto terrorista judío contra palestinos inocentes perpetrado con la idea perversa de interrumpir la retirada» de Gaza, indica el comunicado.

El pasado 4 de agosto un extremista judío mató cuatro árabes israelíes en la ciudad de Shfaram, en Galilea, antes de ser linchado por la muchedumbre. Con esta acción, también pretendía provocar una oleada de cólera susceptible de sabotear la retirada de Gaza.

Estos tres decesos elevan a 4.815 el número de muertos desde el comienzo de la segunda Intifada en septiembre de 2000, la gran mayoría palestinos.