Matan presidente checheno

Matan presidente checheno

MOSCU.- La muerte del presidente pro ruso de Chechenia, Ajmad Kadyrov, este domingo en un atentado en Grozny arruina los esfuerzos para la normalización de la situación realizados por el presidente ruso Vladimir Putin, poco después de la inauguración de su segundo mandato presidencial.

También pone en jaque el eje de la política exterior rusa que consiste en convencer a la comunidad internacional de que el conflicto checheno -considerado como un problema interno por Moscú y presentado como parte de la lucha contra el terrorismo internacional- estaba prácticamente terminado y ya no había nada más que hablar.

[b]Nombra presidente provisional[/b]

El presidente ruso Vladimir Putin nombró como presidente provisional de Chechenia al primer ministro checheno Serguei Abramov, después del atentadoen Grozny en que murió Ajmad Kadyrov. «Sé que usted tiene buenas relaciones con las fuerzas de seguridad en la República» de Chechenia, dijo Putin a Abramov, un ex banquero cuya influencia en la región parece limitada. Este último le contestó que quería «terminar lo que Kadyrov había empezado».

El atentado con explosivo, perpetrado a pesar del amplio dispositivo

de seguridad que rodeaba al dirigente pro ruso, no ha sido reivindicado. Si los autores son los rebeldes, desmiente la tesis oficial según la cual los independentistas chechenos están a la defensiva y el ex presidente independentista Aslan Masjadov a punto de ser arrestado.

Pero sobre todo, la bomba del estadio de Grozny podría asestarle un golpe mortal a la «chechenización» del conficto, que consistía en transferir gradualmente a los chechenos la responsabilidad de la seguridad en la república caucásica y al mismo tiempo reducir el papel de las fuerzas rusas.

Esta evolución, única vía aceptable para el Kremlin, teniendo en cuenta su rechazo total a negociar con los separatistas, se enfrentaba con la oposición silenciosa de responsables militares. Algunos de ellos veían en Chechenia la oportunidad de ganar dinero y jerarquía mientras otros nunca tuvieron confianza en Kadyrov.

El presidente checheno era el eje de esta política, cuyo objetivo oficioso era eliminar el «agujero negro» checheno, teatro de violaciones de los derechos humanos, corrupción y tráficos diversos. Especialmente el petróleo, extraído localmente, es vendido de contrabando, y representa una fuente de ingresos importante, compartidos entre fuerzas oficialmente opuestas.

Aunque era impopular, incluso odiado y temido por una parte de la población, el ex mufti (jefe religioso musulmán) Kadyrov tenía un peso político indiscutible. Podía presentarse como interlocutor de los «antiguos» teips, los clanes chechenos, cuya autoridad ha sobrevivido a todos los temblores sangrientos y a las divisiones entre independentistas y partidarios de un arreglo con Moscú.

El hecho mismo de que hubiera dado un giro radical a su posición tras haber llamado a la jihad (guerra santa) contra los rusos en el primer conflicto (1994-96) podía ser utilizado -como lo hacía Kadyrov mismo- para atribuirle las cualidades de un patriota que tomó una decisión difícil en beneficio del pueblo.

Buscaba constantemente mostrar que defendía los intereses de los chechenos, denunciando por ejemplo el reciente veredicto de un tribunal que declaró inocentes a militares rusos que, siguiendo órdenes de sus superiores, mataron a seis civiles chechenos.

[b]Condena atentado[/b]

La UE condenó ayer el atentado con explosivos ocurrido en Chechenia durante los festejos del 59 aniversario de la Victoria en la II Guerra Mundial, en el que el presidente de esta república, Ajmad Kadírov y otros líderes de la cúpula político-militar chechena perdieron la vida.

En nombre de la presidencia irlandesa de turno de la UE, el ministro Asuntos Exteriores de este país, Brian Cowen, mostró en un comunicado su «más firme condena por este terrible acto de terrorismo en un estadio concurrido, que ha acabado con la vida de mucha gente, incluido el presidente de la república de Chechenia».

Cowen expresó sus condolencias a las víctimas y a sus familias y afirmó que «ninguna causa política puede justificar el terrorismo».

Por su parte, el Alto Representante para la Política Exterior y Seguridad Común (PESC) de la UE, Javier Solana, condenó los hechos e indicó en un comunicado que ha enviado un mensaje al presidente de Rusia, Vladimir Putin, en el que le expresa su dolor y consternación por el atentado.

[b]Expresa condolencia[/b]

El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó ayer al presidente ruso, Vladímir Putin, las condolencias del pueblo español por la muerte del mandatario chechén, Ajmad Kadírov, en un atentado en Grozni.

En el transcurso de la conversación telefónica, que duró veinte minutos, Rodríguez Zapatero trasladó a Putin «su más firme condena de toda forma de acción terrorista» y reiteró que «esta plaga debe ser combatida con los instrumentos del Estado de Derecho y con la máxima cooperación internacional», según una nota de la Secretaría española de Estado de Comunicación.

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