BAGDAD (AP) _ Al menos seis soldados estadounidenses murieron el jueves por ataques con bombas y armas de fuego en al oeste de Bagdad, y otras ocho policías fallecieron y 25 resultaron heridos cuando un vehículo cargado de explosivos detonó cerca del aeropuerto.

Se trata de los ataques más recientes de una ola de violencia que apunta a descarrilar los avances en el proceso político del país.

Tuvieron lugar en momentos que políticos chiítas concluyeron sus esfuerzos para incluir a miembros de la minoría árabe suní en las tareas de redacción de la nueva constitución iraquí.

Importantes miembros del comité encargado de escribir la carta magna _dominado por chiíes_ llegaron a un acuerdo con los suníes sobre cuántos representantes tendrá la minoría en ese grupo.

El acuerdo del jueves rompió con semanas de estancamientos entre los 55 miembros del comité y los árabes suníes sobre el tamaño de su representación.

La paralización había amenazado al proceso político del país en su etapa final. Este año se realizarán dos votaciones claves: un referéndum constitucional y los comicios generales.

La insurgencia ha aprovechado el momento para efectuar una serie de ataques, matando a casi 1.100 personas desde que asumió el nuevo gobierno, el 28 de abril.

Un general estadounidense responsabilizó al presunto terrorista jordano Abu-Musab al-Zarqaui por el aumento de muertos civiles.

«Con el reciente aliento de al-Zarqaui, hemos visto recientemente un crecimiento increíble de la cantidad de civiles muertos …», manifestó el brigadier general de la Fuerza Aérea Don Alston, portavoz de la fuerza multinacional en Irak.

Un vídeo de al-Zarqaui difundido el mes pasado denunció a los chiíes como colaboradores de las fuerzas extranjeras y justificó la matanza de musulmanes.

Al-Qaida en Irak, grupo que lidera al-Zarqaui, se ha declarado responsable de ataques suicidas, decapitaciones y embestidas contra las fuerzas de la ocupación.

Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de 25 millones de dólares por su captura, igual a la de Osama bin Laden.

Alston expresó también que los soldados norteamericanos detuvieron al líder de al-Qaida en Mosul, un importante consejero de al-Zarqaui. Mohamed Jalaf, conocido como Abu Talha, fue capturado el martes, indicó.

Las muertes de los soldados estadounidenses tuvieron lugar el miércoles, durante ataques insurgentes que mataron a 58 personas en el día de violencia más mortífero en más de un mes.

Al menos 1.714 militares norteamericanos han muerto desde que comenzó la guerra en el 2003, de acuerdo con un conteo de la AP.

Por otra parte, en una carretera que conecta a Bagdad con su aeropuerto, un atacante suicida estrelló su automóvil contra un camión que llevaba a agentes policiales, matando a por lo menos ocho de ellos y lesionando a 25 personas, dijeron el mayor policial Moussa Abdul Karim y el médico Najam Abid del hospital de al-Yarmouk.

Además, seis pistoleros enmascarados mataron a un juez y a su guardaespaldas en el este de Mosul, a unos 360 kilómetros al noroeste de Bagdad, donde numerosos ciudadanos apoyan al Partido Baah del derrocado presidente Saddam Hussein, dijeron las autoridades.

La policía, en tanto encontró los cadáveres de 11 personas en dos poblaciones del denominado Triángulo de la Muerte.