BAGDAD (AFP) – Seis personas murieron el martes en diversos ataques en Irak, donde han sido detenidos más de 70 rebeldes de la guerrilla que el nue la Operación Lanza contra los insurgentes en el oeste del país.

«Trabajaré con los iraquíes para acabar con la insurrección», declaró el embajador norteamericano Zalmay Jalilzad, que hizo escala en Bagdad para presentar sus credenciales al presidente iraquí Jalal Talabani, antes de viajar a Bruselas, donde participará el miércoles en una conferencia sobre la reconstrucción de Irak.

«Los terroristas extranjeros y grupos de baasistas quieren sumir a Irak en una guerra civil», dijo refiriéndose a los seguidores del derrocado dictador y ex jefe del partido Baas, Saddam Hussein.

«Esos terroristas extranjeros utilizan a los iraquíes como carne de cañón», añadió el diplomático.

«Estoy horrorizado por los ataques que sufre a diario el pueblo iraquí», dijo el embajador, quien se comprometió a «trabajar con la ONU sobre la Constitución y las elecciones» generales previstas en diciembre próximo.

En cuanto a la Operación Lanza, los soldados iraquíes y los Marines han encontrado el lunes tres fábricas de coches bomba en el oeste de Karabilah, en la región sunita de Al-Anbar.

«Un total de 17 coches bomba han sido hallados (…) y destruidos», anunció el ejército en un comunicado el lunes por la noche.

«Un pequeño escondite de armas y nueve pasaportes extranjeros han sido encontrados en el edificio en el que permanecieron cuatro rehenes iraquíes (…) durante tres semanas», añadió.

Según el Ejército, «durante los cuatro días de la Operación Lanza, 33 edificios fueron dañados o destruidos» y resultaron muertos 53 rebeldes.

ur y norte de la capital, según fuentes oficiales y de seguridad.

Los cadáveres de tres iraquíes, entre ellos un empresario y un militar, han sido encontrados en el país.

Por último, el ejército estadounidense anunció la muerte de uno de sus hombres, fallecido el lunes al estallar una bomba en Al-Rutbah, a 375 km al oeste de Bagdad.