JERUSALEN.- Un adolescente palestino fue secuestrado y asesinado el miércoles, un crimen «abyecto» según el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que aparenta ser una represalia por el asesinato de tres jóvenes israelíes en Cisjordania.
El ejército israelí seguía mientras tanto adelante con su operación para encontrar a los responsables del secuestro y asesinato de los tres jóvenes, con la detención de 42 palestinos durante la noche del martes. Al mismo tiempo, destruyó la vivienda de un miembro del movimiento islamista de Hamas acusado de implicación en el asesinato de un policía israelí en Cisjordania el 14 de abril.
El adolescente, Mohamad Abu Khdeir, de 16 años, fue secuestrado cuando hacía autostop en el barrio de Shuafat, en Jerusalén Este, ocupada y anexada por Israel. Su cuerpo fue encontrado con «marcas de violencia» en Jerusalén Oeste, indicó la radio militar israelí.
Podría tratarse de un acto de venganza tras el asesinato de tres jóvenes israelíes, secuestrados el 12 de junio cuando hacían autostop en Cisjordania y encontrados muertos el lunes, según estiman varios medios, aunque la policía declaró explorar «todas las pistas».
Unos violentos enfrentamientos estallaron en el campo de refugiados de Shuafat entre jóvenes palestinos que lanzaron piedras y cócteles molotov y policías israelíes que respondieron con balas de goma.
Un fotógrafo de la AFP vio a más de 30 palestinos heridos por las balas de goma. El primer ministro Netanyahu «pidió la apertura de una investigación para encontrar a los autores de este asesinato abyecto y determinar las circunstancias», indicó un comunicado de su oficina, en el que alertó a todas las partes en contra de tomarse la justicia por mano propia.
Momentos antes, el presidente palestino, Mahmud Abas, había pedido al primer ministro condenar el asesinato, «al igual que nosotros hemos condenado el de los tres israelíes».
Abas reclamó también a Israel que «tome medidas concretas en el terreno para poner fin a los ataques de colonos y el caos resultante de estas agresiones». El alcalde israelí de Jerusalén, Nir Barkat, condenó también «un acto horrible y salvaje» y llamó a «todo el mundo a la moderación», en un comunicado de la municipalidad.
Estado de alerta elevado
Las fuerzas de seguridad israelíes se han desplegado en Shuafat, donde el adolescente «ha sido visto forzado a entrar en un vehículo», según la policía, que precisó que el cuerpo fue descubierto cerca del bosque de Jerusalén.
«Es un vehículo negro, que ha sido señalado porque su conductor trató de secuestrar a un niño palestino de 7 años el lunes por la noche. Se habían hecho denuncias», deploró el primo del adolescente desaparecido, interrogado por la radio militar israelí.
La policía israelí se negó sin embargo a vincular este hecho con el asesinato de los tres jóvenes israelíes enterrados la víspera en una ceremonia nacional en presencia de decenas de miles de personas.
Los familiares de los tres israelíes también denunciaron este acto. «La sangre no entiende de colores. Un asesinato es un asesinato, sea cual sea la nacionalidad o la edad y no tiene justificación alguna», indicaron en un comunicado. La policía anunció por la mañana que elevó el nivel de alerta «debido al contexto en términos de seguridad», tras la celebración de una reunión de urgencia en su cuartel general de Jerusalén.
Desde el descubrimiento de los cuerpos de los tres jóvenes israelíes el lunes en el sur de Cisjornadia, la policía israelí ya reforzó sus efectivos en todo el territorio para evitar atentados o represalias contra la minoría árabe israelí o los palestinos.
El asesinato de los tres jóvenes israelíes ha sido atribuido por Israel a activistas del Hamas, que negó estar implicado.
Cerca de 200 personas participaron el martes en una manifestación antiárabe en Jerusalén que degeneró en una «caza de árabes», según testigos. La policía por su parte anunció haber detenido a 47 manifestantes el martes por la noche.