Matan viceministro en Irak

Matan viceministro en Irak

BAGDAD (EFE).- Un subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores iraquí fue asesinado ayer a tiros, en el primer atentado contra un responsable político de alto rango tras el anuncio de la composición del nuevo Gobierno transitorio.

Varios desconocidos dispararon esta mañana contra Bassam Saleh Kubba, alto funcionario encargado de las organizaciones internacionales y la cooperación, causándole la muerte mientras se dirigía a su puesto de trabajo en el centro de Bagdad.

El Ministerio emitió un comunicado en el que «condena esta acción criminal». Asimismo manifestó su «gran tristeza» por la desaparición de Kubba al que calificó como «símbolo de la honestidad, la franqueza y el patriotismo».

Al menos dos personas dispararon contra el coche de Kubba, que viajaba sólo con su chófer y sin escolta, a la altura de la mezquita de Al Asaf, en el barrio de Azamiya de la capital a primeras horas de la mañana.

El viceministro fue conducido al hospital Al Numan donde falleció una hora más tarde, según informó Thamir al Adami, portavoz del Ministerio. El director del hospital, Abdala Sahib, aseguró que al menos diez balas fueron disparadas contra el coche de Bassam Kubba. «Una de ellas le perforó el abdomen», ratificó el portavoz.

Kubba, de 60 años y de confesión chií, formaba parte de un nutrido grupo de viceministros de Asuntos Exteriores, y era el diplomático de más alto rango en el actual Gabinete del recién nombrado ministro, Hoshiar Mahmud al Zibari, del Partido Democrático del Kurdistán.

Fue jefe de misión de su país ante Naciones Unidas en Nueva York. Llegó a ser embajador de su país en China y luego consejero diplomático del viceprimer ministro de Sadam Husein, Tarek Aziz.

Tras la caída del régimen de Sadam estuvo en el comité de enlace del ministerio de Asuntos Exteriores con Akila Hashemi, una miembro del Consejo de Gobierno Iraquí, asesinada en septiembre de 2003 en Bagdad.

Este atentado es el segundo que se produce contra miembros del Gobierno transitorio en los últimos días. El pasado miércoles, un viceministro de Sanidad, Amar al Safar, salió ileso de un intento de asesinato en el mismo barrio de Azamiya. Al Safar se dirigía igualmente hacia su puesto e trabajo y varios de sus guardaespaldas repelieron un ataque de unos desconocidos que abrieron fuego contra el convoy del funcionario.

El distrito de Azamiya, al norte de Bagdad es mayoritariamente suní, y en sus calles habitan los más fervientes defensores del antiguo régimen de la capital.

Por otro lado, el clérigo radical chií Múqtada al Sadr, en un giro inesperado en su dialéctica, aseguró que cooperará con el recién creado Gobierno iraquí si con ello ayuda a poner fin a la presencia norteamericana en el suelo de Irak.

La sorprendente media fue anunciada ayer durante el sermón de los viernes que un ayudante de Múqtada pronunció delante de sus seguidores en la mezquita de Kufa, 180 kilómetros al sur de Bagdad.

«Apoyo al nuevo Gobierno interino», dijo en el discurso este aprendiz de ayatolá, quién pidió a sus fieles que le ayudaran «a llevar esta sociedad por un camino de seguridad y paz. Desde ahora mismo, os pido que abráis una nueva página para Irak y para la paz», concluyó.

Múqtada se había negado hasta ahora a reconocer al nuevo Gobierno del país, al que consideraba un mero instrumento en manos de los norteamericanos.

Al parecer, las últimas conversaciones de este joven radical con las máximas autoridades religiosas chiíes le han hecho bajar el tono de sus amenazas. Igualmente el hartazgo de los habitantes de Nayaf, Kerbala y Kufa ha contribuido a esta suavización de las posturas de Múqtada.

Según fuentes hospitalarias, los enfrentamientos entre la milicia de Múqata y el Ejército estadounidense han causado cerca de un millar de muertes en las ocho semanas que duró el levantamiento desatado por la orden de arresto contra su persona por el asesinato de un clérigo rival.

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