Fueron sepultados ayer los restos mortales del doctor Héctor Mateo Martínez, quien dejó a su paso un legado de honestidad y amor a la cardiología a favor de los más pobres.
Decenas de personalidades del mundo médico, empresarios, representantes de entidades comunitarias y líderes religiosos, acompañaron a los familiares de Mateo Martínez, considerado por sus colegas una gloria de la Medicina.
El doctor Ernesto Díaz Alvarez, director del Instituto de Cardiología, dijo que esa institución y un nombre limpio y cargado de significado es el ejemplo más importante que dejó Mateo a la sociedad dominicana.