Mateo Morrison cuenta la vida de
Dorothy Dandridge

Mateo Morrison cuenta la vida de <BR>Dorothy Dandridge

POR INGRIS LEYBA
En un acto realizado en las instalaciones de la Biblioteca Manuel Rueda de la Fundación Corripio, el reconocido poeta y escritor dominicano Mateo Morrison presentó su más reciente publicación literaria titulada “Dorothy Dandridge”.

El libro está compuesto de dos partes: en la primera el autor presenta un conjunto de poemas que tratan sobre lo que fue su musa inspiradora, Dorothy Dandridge, dejando la oportunidad en el segundo espacio al intelectual Adrián Javier, para que a través de su texto “Del verso a la Fragua: Mateo Morrison en persona y obra” deleite e invite al lector a “pasearse” por los mágicos caminos literarios recorridos por el autor de “Aniversario del Dolor”.

El acto de presentación contó con la presencia de José Luis Corripio Estrada, presidente de la Fundación Corripio; Jacinto Gimbernard, director ejecutivo de la institución; Federico Jovines Bermúdez, presentador de la obra y el poeta Tony Raful, así como familiares y amigos del escritor.

Las palabras de bienvenida fueron expresadas por Gimbernard, quien agradeció a los invitados por su asistencia, mientras que la presentación formal del libro fue responsabilidad de Federico Jovines Bermúdez, quien como de costumbre habló con la seguridad que sólo poseen aquellos experimentados conocedores de las letras, la poesía y la literatura.

Posteriormente, Mateo Morrison se dirigió a los presentes en un breve discurso en el que manifestó que este nuevo material bibliográfico es de alguna manera para agradecerle infinitamente a sus padres, ambos fallecidos, por inculcarle el amor a la cultura y a la poesía.

El poeta dijo inspirarse en Dorothy Dandridge, porque estando en Estados Unidos, leyó un reportaje acerca de ella; debido a que no la conocía, decidió investigar más sobre su vida, trasladándose luego a África, donde conversó con algunas personas sobre el impacto que causó Dorothy Dandridge, primera actriz y cantante afroamericana en ganar un premio Oscar en 1954.

Expresó que “para mí escribir esta obra ha sido una experiencia altamente positiva, porque es la primera vez que trabajo la poesía negroide, y porque me permite hacer una inclusión nueva a la temática poética que caracteriza a mis trabajos literarios”.

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