Matera 2007
Ficc y Cine Clubes mundiales espacio de reflexión y libertad

<STRONG>Matera 2007<BR></STRONG>Ficc y Cine Clubes mundiales espacio de reflexión y libertad

POR CARLOS FRANCISCO ELÍAS
1/ Cuando los cine clubes dominicanos buscan su memoria

Era apenas el año 2006, desde  la Federación de Cine Clubes de Colombia, recibí un correo con una invitación en mi correo personal, se me explica la importancia de un evento en la ciudad de Matera, Italia ( Región Basilicata) allí donde alguna vez Pier  Paolo Pasolini rodó las mágicas secuencias de Evangelio Según Mateo (1964), suma fílmica de un marxista social y místico, que con devoción dedicó al Papa que no muere nunca (presentido y descalzo se aparece entre sueños y llora por su iglesia que ya no es, dulce abuelo de cappelino, travieso de pensamiento futuros de gran estrella en el tiempo) Juan XXIII, artífice, ideólogo del Vaticano II, Pace In Terram, para recordar algunas de sus pautas intelectuales y teológicas queridas..

Allí en Matera filmó Pier Paolo Pasolini aquel poema social religioso con el titulo antes nombrado.

Debo confesar que mi experiencia en Matera en el 2006 fue singular, porque en nuestro país que ha existido una historia de Cine Clubes, sin  embargo, nunca la República Dominicana estuvo federada a esta organización internacional.

Acoto: Hacia 1960, mucho antes de la guerra de abril, las inquietudes sobre el cine bullían, era apenas un germen de quienes en  nuestros viejos periódicos ejercíamos la critica de cine, entre otros,  la delicadeza de Carlos Curiel, su sensibilidad y sobre todo, su pasión incorregible por Ava Gadner, para recordar siempre.  Santiago Lamela Geler, Rodri Mur, Armando Almánzar Rodríguez, relevo hacia 1963, José Luís Sáez, Efraín Castillo entre otros.

Marcados por la revista Carteles y Caín, Guillermo Cabrera Infante y su oficio del siglo veinte, su cine o sardinas,  el cine y la guerra de abril traería nuevas emergencias, la famosa generación de post  guerra que tomaría el cine como un deber y una ilusión, en 1968 se organizó en el colegio LaSalle el Cine Club Estudiantil, de cuya directiva colegiada con  otros centros educativos, fui miembro y los grupos literarios Máscara, Puño e Isla, hacen del cine y sus valores un hecho de importancia, creándose los Cine Forum en los cines de la ciudad intramuros. De igual modo, en el internado del Colegio Loyola se  proyectaban películas, San Cristóbal, era una suerte de Cine Club interno, que a muchos inició en esa esta pasión.

Hacia la década del 70, del que era el siglo  XX, otros cines clubes se formarían, negar que  la guerra de abril, bajo cuyo fuego estas actividades tomaron cuerpo, no fue culturalmente importante, para este desarrollo, sería una triste blasfemia histórica.

 Largas derrotas de abril crearon otras pasiones en aquella juventud que en la década del 70 tendría su plenitud aguerrida, yo entre ellos y el cine se convirtió en esa aspiración de ver y  querer sentir, rebelión interior que en estas actividades encontró el refugio y  el desarrollo indicado. Por eso nacieron, entonces, muchos cine clubes en la ciudad de Santo Domingo y en Santiago, especialmente.

Del Cine Club Estudiantil, en 1968, pasamos al furor del Cine Club Dominicano, uno de sus presidentes fue el Dr. Roberto Fernández de Castro (Dr. Herat), José Antonio Jansen (+), tiempos turbulentos en lo  que el Balaguerismo cruel y atormentado enviaba calieses (informadores) a los cines y a pesar de todo: nos turnábamos para dirigir los cine-forum donde la gente decía lo que tenía que decir. Expuestos a la bala equivocada, por una simple película, nadie nos detuvo y aquí estamos aun, convencidos 35 años después de que el OTRO CINE ES SIEMPRE, SIEMPRE ¡!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡.

En esta historia el señor Rodríguez Fernández, con su Cine Club Lumiere, resistió hasta el final, hacia los 80 dirigí el Cine Club Francois Truffaut, que nació con el auge cultural de la Maison de France, la Casa de Francia y murió con la rabia y la nostalgia, como si fuera un extraño cóctel, del Cine Independencia, bastión y orgullo de los Villanueva Martínez, que permitieron travesuras cuasi juveniles, cuando la cultura era una resistencia exquisita a la barbarie de un régimen que se cargó parte de lo que hoy somos…

En todos aquellos tiempos a nadie se le ocurrió federar a la República Dominicana a la Federación Internacional, creo por lo que sé de la historia de la FICC, hubiera sido difícil.

Porque todo parece indicar que la FICC era una especie de petit comitè parisien, que apenas en el 2006, se ha visto en la obligación de abrirse, por la aguda iniciativa de Paolo Minuto, de la Federación de Cine Clubes de Italia  (Circolo del Cinema) y hoy Presidente de la Federación Internacional de Cine Clubes.

Con la condición de ser independiente, en el 2006, quien este texto escribe, logro un puesto para la creación de la Federación Dominicana de Cine Clubes, se hizo, se aceptó como organismo civil, no estatal, porque no es lo que se estila, las experiencias han hablado.

En esta reunión en Matera 2007 la Republica Dominicana ha sido ratificada como miembro del grupo latinoamericano, según las condiciones planteadas, más arriba expuestas.

Yo agradezco los correos inútiles, tristes, satanizantes, lastimeros, enviados desde la República Dominicana en mi contra, desde instituciones que contribuí  a transformar. Esos correos han contribuido mucho a mi reconocimiento como Coordinador General de  la Federación Dominicana de Cine Clubes. La tesis era que se pensaba que la infamia corría igual aquí que allá, resultó que fue lo contrario: me hizo mucho bien y todo lo que nos hace bien se debe agradecer, siempre.

Queda algo  claro: que no soy ni peón ni acolito de nadie, que tampoco soy taimado: que ahora mas que nunca, me anima  el mismo o mas entusiasmo  que siempre, por un trabajo sustentado en convicciones  no en reyertas coyunturales, que entiendo irrenunciable hasta la misma tumba…

Que me siento muy bien por haber representado el país con orgullo y que lo que sí me apena, quizás, es el hecho de que en el exterior no se entienda como un organismo de cultura pierde su tiempo satanizando, sin éxito alguno, a gente que tiene un trayecto hecho y respetado, los correos les  parecieron surrealistas y contribuyeron a logros posteriores…

Ello explica la invitación y la exigencia de la publicación de la foto que acompaña este artículo.

En otras palabras, lo siento por Borges, he comprobado que la infamia no es universal y me alegro…

2 /  LA FICC LOS CINE CLUBES EN AMÉRICA LATINA LA NUEVA REALIDAD EUROPEA DE LOS CINE CLUBES

Los cines clubes de América Latina vivieron tiempos difíciles en los momentos de las dictaduras de los años 70 y 80.

Como células de cultura, pagaron caro su espíritu de libertad las represiones de viejos tiempos.

Hoy mientras los cine clubes se hacen fuerte en América Latina, en Europa los Cine Clubes aguantan el embate de las federadas Salas de Arte y Ensayo, que unidas han logrado llegar a  las zonas que nada tienen que ver con el lugar donde nacieron: el corazón burgués de las grandes ciudades Europeas: Bruselas, Madrid, Paris, Roma y otras ciudades de Italia.

Los cines clubes en Europa han jugado un rol social en los espacios urbanos de clases desposeídas, cuya vocación por la cultura vía el proselitismo de los partidos socialista y comunista, era evidente.

Cuando se forjaba la otra Europa, la de post guerra, la cultura era de izquierda y el cine en particular estaba rodeado por el entusiasmo y la pasión barrial.

Las  realidades entre los dos continentes es hoy totalmente diferente  y la FICC es el puente entre una realidad y otra.

Estas dos visiones, hacen posible que esta organización de 60 años ahora, tenga roles interesantes que cumplir.

3 / LA CARTA DE MATERA Y SUS DESIGNIOS FUTUROS: EL BLOQUE ARABO-IBEROAMERICANO EN LA FICC.

Esta carta fue firmada por la República Dominicana en el año 2006, la Federación Dominicana se hacia compromisoria de estos puntos aprobados en Matera 2006, cuando la FICC inicio una nueva carrera de  fraternidad y trabajo, en Matera 2007 se ha comprobado lo que se ha avanzado, con motivo de los 60 años de la institución.

La carta de Matera fue firmada por más de 20 naciones, un consenso transcontinental que le da una vigencia y una trascendencia fundamental.

Matera, 16 de junio de 2006

Carta de Matera

Reunidos en Matera, Italia, en el marco del 8 Festival Internacional de Cine Clubes, los representantes de cine clubes, festivales de cine, federaciones, asociaciones y consejos nacionales de cine clubes, cinematecas y realizadores, emitimos la presente carta con el fin de dar a conocer nuestros puntos de vista así como nuestros objetivos.

Reconociendo la diversidad de nuestros integrantes, así como de los procesos regionales de institucionalización de nuestras actividades de promoción y defensa del cine:

1. Estamos a favor de la libre exhibición, distribución, documentación y realización de películas en sus soportes fotoquímicos y digitales, considerando todas sus técnicas y los formatos de corto, medio y largometraje, así como los géneros experimentales, de ficción y documental.

2. Nos proponemos el intercambio de bienes artísticos audiovisuales así como la creación y divulgación de catálogos con el fin de estrechar la colaboración internacional a través de nuestras redes y circuitos sin fines de lucro.

3. Reivindicamos la institucionalización de los cine clubes así como la extensión de  la cooperación con organismos de preservación, difusión y promoción de la cinematografía.

4. Nos pronunciamos por la recuperación de salas de cine así como la extensión de exhibiciones audiovisuales en espacios no convencionales.

5. Realizaremos eventos a lo largo del año 2007 para celebrar los 60 años de la Federación Internacional de Cine Clubes (FICC/IFFS).

Mientras llega Matera 2008, se hacen votos para que los proyectos aprobados y las conclusiones de  Matera 2007 se hagan sentir en Brasil este mismo año, en el próximo encuentro Luso_IberoLatinoamericano. (Cfe)

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