Maternidad La Altagracia y sus
esfuerzos por preservar la vida

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La Unidad de Perinatología gasta alrededor de RD$5.0 millones de pesos al mes, pero esos ingresos se completan con donaciones porque la subvención mensual que recibe la   Maternidad   es de RD$4.0 millones.

POR LEONORA RAMÍREZ
En la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia se producen alrededor de 25,000 mil nacimientos al año, que representan un promedio de 2,083 al mes.

Esas estadísticas podrían significar   el mejor de los escenarios si se cruzaran con los bajos niveles de natalidad que se registran en Europa, pero detrás de las mismas hay realidades sociales y económicas que muchas veces tienen en común la pobreza, la desinformación o la casualidad.

Alrededor de esos números aparece también un alto índice de nacimientos  prematuros, porque las  madres no pudieron completar la gestación por diferentes razones, predominando en ese grupo el 33% de  adolescentes que reciben asistencia en el hospital.

A causa de esos nacimientos a destiempo, a la sala  de cuidados intensivos del Departamento de Perinatología de la Maternidad ingresan diariamente alrededor de 10 recién nacidos, y en la misma permanecen hasta 50 criaturas en estado delicado.

El personal médico del área de perinatología, dirigido por el doctor Luis Rivera, lucha sin cesar por preservar la vida de esos diminutos y frágiles niños que, si no fuese por la atención que allí reciben, tendrían escasas posibilidades de supervivencia.

Este es el caso de los sextillizos que nacieron el pasado 25 de mayo, y  cuya atención ha puesto a prueba el sistema de salud pública del país, pero sobre todo al equipo de perinatólogos y enfermeras que hace  vigilia en la moderna unidad de cuidados intensivos del hospital.

El nacimiento de esos sexitillizos es el primero que ocurre en la Maternidad,  y el segundo que se produce en el país en menos de dos años.

MODERNIDAD Y ENTREGA

La unidad de cuidados intensivos de recién nacidos impresiona desde que se mira tras los cristales,  y no porque represente la precariedad y abandono típicos de los hospitales públicos.

Todo lo contrario, porque el uso de tecnologías avanzadas es el apoyo fundamental de los perinatólogos que intentan ganarle la batalla a la muerte, aunque no siempre tengan éxito en su empeño.

En esa sala recibieron atenciones  las trillizas de apenas cuatro meses que nacieron el 26 de mayo de este año,  pero que no pudieron sobrevivir porque estaban en el  rango de no viables.

Cuando esa realidad se impone el llanto y el desconsuelo se apropian de las salas de espera o de internamientos, donde las recién paridas y sus familiares dejan salir a gritos el dolor.

Y los médicos, imperturbables, entran y salen concentrándose en otros casos graves que apuestan a salvar mediante técnica y cuidados.

Los problemas de los recién nacidos

Aunque el doctor Rivera no precisó la tasa de nacimientos prematuros en la Maternidad, informó que entre el 30% y el 40% de los embarazos que maneja esa entidad son de alto riesgo, lo cual guarda una estrecha relación con la prematuridad de los niños.

 “Últimamente hemos estado manejando un número significativo de embarazos con complicaciones, alrededor del 30% y 40%, y eso se debe en gran medida a que la población reconoce que tenemos  capacidad para atender a esas mujeres y para  garantizar la supervivencia de sus hijos”, expresó.

EL GASTO EN PERINATOLOGIA

La subvención que el gobierno le otorga a la Maternidad asciende a RD$4.0 millones mensuales, y solamente el gasto de la Unidad de Perinatología promedia   RD$5.0 millones al mes.

El doctor Rivera no hace magia para satisfacer esa demanda, pero sí gestiona colaboraciones en entidades públicas y privadas que contribuyen con el trabajo que allí se realiza.

“Muchos de los gastos de perinatología se cubren con las donaciones de    PROMESE-CAL, la cual nos da alrededor de 2 millones de pesos en medicamentos.

“La intervención mayor de PROMESE es con los sufaltantes, los cuales han ayudado a disminuir la mortalidad de recién nacidos en este hospital”, expresó el galeno.

El personal

En la Unidad de Perinatología trabajan  30 pediatras, 60 enfermeras, y los médicos residentes.

El trabajo es arduo y agotador, aunque el cansancio no se perciba en el rostro del personal  que hace servicio en el centro hospitalario.

 “Nosotros estamos acostumbrados a estas jornadas extenuantes, pero la gran compensación es la satisfacción que significa salvar vidas, enfrentarse a casos difíciles y poder solucionarlos con la ayuda de Dios”.

EL SEGUIMIENTO

Rivera está satisfecho con los logros del área de perinatología, con la calidad del personal a su cargo y con las investigaciones que se realizanen el departamento, pero lamenta la incidencia de la elevada cantidad de casos de niños prematuros.

 De acuerdo con sus explicaciones, mientras más tiempo permanecen en la unidad de cuidados intensivos, tienen más riesgo de padecer secuelas, ya sean temporales o permanentes.

Una de las más graves es la parálisis cerebral, que limitaría  su integración  a la sociedad con una buena capacidad mental, o les produciría dificultades en  el aprendizaje, trastornos en la audición, la visión o parálisis motora.

Como mecanismo de prevención, la Unidad de Perinatología cuenta con una clínica de seguimiento donde se remiten los recién nacidos hasta que cumplen  cinco años, para detectar cualquier problema que pudiese presentarse.

“A esos niños que se consideran de alto riesgo no los dejamos a su suerte, porque si se detectan a tiempo las secuelas menos graves podemos intervenir con medidas correctivas, y para eso trabajamos con el Hospital Infantil Robert Reid Cabral, la Asociación Dominicana de Rehabilitación, entre otras entidades”, dijo.

La Unidad de Perinatología aplica además un programa de  detección de retinopatía, porque los prematuros que por mucho tiempo se  exponen  a altas concentraciones de oxígeno,  pueden hacer desprendimiento de retina que podría provocarles ceguera.

LAS PROYECCIONES

En la década de 1970 la  sala de cuidados intensivos de perinatología era apenas un pequeño cuarto de 30 metros cuadrados. Pero a partir de 1980 al área se le hicieron ampliaciones, hasta llegar a los 300 metros cuadrados que ocupa ahora.

Próximamente ese espacio se extenderá a 500 metros cuadrados, porque el gobierno realiza trabajos de remodelación, que incluyen además la instalación de equipos avanzados con un valor de RD$200 millones, precisó Rivera.

“Tanto los secretarios de Salud Pública y Obras Públicas, como el Despacho de la Primera Dama, están muy interesados en este proyecto porque este es uno de los centros de atención más grande del país”.

Esos trabajos contemplan  la instalación de un  área para el Centro de Medicina Perinatal, lo mismo que un departamento de educación continuada que se dedica a la investigación en diferentes aspectos del área  materno-infantil.

EL COMPONENTE ACADEMICO

Cuando el doctor Rivera habla del departamento de Perinatología lo hace con orgullo, no solamente porque su trabajo cotidiano es el intento de salvar vidas, sino porque la unidad tiene un apoyo de investigación y formación científicas mediante el  Centro de Medicina Perinatal.

De hecho, se destaca que ese centro  realizó una investigación sobre el rotavirus, que es la causa más frecuente de diarrea en los niños de uno a cinco años.

Ese trabajo de investigación, que se hizo junto con otros países de América Latina, permitió el desarrollo de una vacuna contra el rotavirus que ya se aplica en el país y otras naciones de la región.


“Nosotros contribuimos con el desarrollo de esa vacuna, y por eso fuimos premiados en Costa Rica el 14 de mayo del 2007, y eso nos llena de orgullo.

“Eso  eso se inscribe dentro de esa gran obra que se desarrolla en el departamento de Perinatología de este hospital, con el  soporte y apoyo de instituciones privadas, pero fundamentalmente del gobierno dominicano”,     expresó  el doctor Rivera.

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