Maternidad postergada provoca caída tasa de natalidad en EE.UU.

Maternidad postergada provoca caída tasa de natalidad en EE.UU.

El coronavirus también mata a los más pequeños. Foto de referencia.

Janna Weaver está orgullosa de haber podido mantener viva su planta de bambú más de un año. Todavía no está totalmente lista para una mascota, ¿y para un hijo? “Decididamente, no en lo inmediato”.

“Quiero saber quién soy antes de sumar otro a la ecuación”, dijo Weaver, de 25 años, que tiene una maestría en fisiología del ejercicio y se mudó a vivir con su novio a Dallas en julio. “Cuanto más espere más establecida estaré, y mejor podré proveer a la familia”.

Cada vez son más las mujeres pertenecientes a la generación de los “millennials” –los nacidos después de 1980- que postergan la maternidad, lo cual es un buen augurio para su movilidad económica y social y la de sus futuros hijos, según la investigación reciente. Es probable que las tasas de natalidad más bajas en los Estados Unidos hayan llegado para quedarse, aun cuando parte de la caída inducida por la recesión se revierta, dijo Isabel Sawhill, investigadora sénior en el Instituto Brookings de Washington.

El año pasado, el número de adolescentes que tuvieron bebés fue más bajo que nunca -26,6 sobre 1.000 mujeres, un 57 por ciento menos con respecto a 1991, según un informe del mes de agosto del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos que analizó datos que se remontan a 1940.

En el caso de las mujeres de 20 a 24 años, la tasa de natalidad también alcanzó un mínimo récord, mostró un análisis aparte, en tanto la caída se mantuvo para las de 25 a 29 años.

Si bien una tasa de natalidad en baja es vista con preocupación por algunos economistas como un freno para el crecimiento, otros consideran que es un beneficio a nivel educativo y en las ganancias para las mujeres y sus hijos.

“Las mujeres pueden decidir mucho más que antes cuántos hijos tener y cuándo tenerlos”, dijo Sawhill en una entrevista. “Si más personas pudieran armonizar su fertilidad con sus deseos, tendríamos menos pobreza infantil, tendríamos más movilidad social y tendríamos menos costos estatales por cosas como programas de redes de seguridad y apoyo a padres solos. Es una situación en la que todos ganan”.

Por cada año de postergación de la maternidad, las ganancias profesionales aumentan 9 por ciento, la experiencia laboral 6 por ciento y las tasas salariales promedio 3 por ciento, según un trabajo monográfico realizado en 2011 por Amalia Miller, profesora adjunta de economía en la Universidad de Virginia en Charlottesville. Las mujeres con título universitario y empleos en campos profesionales y gerenciales ven las mayores ganancias, demostró.

“Los primeros alumbramientos tardíos permiten a las mujeres más tiempo para invertir en formación educativa, experiencia de trabajo y capacitación dentro del empleo que, en promedio, aumentarán sus salarios a lo largo de la vida”, escribió Miller en un correo electrónico.

Los hijos de esas mujeres también salen beneficiados, constató Sawhill. Evitar nacimientos imprevistos eleva en US$52.000 el ingreso durante la vida, según un estudio de Brookings publicado ayer.

Las tasas de graduación universitaria y las del secundario crecen, en tanto las probabilidades de que los hijos sean padres adolescentes o sean condenados por un delito disminuyen.

“Postergar la crianza de hijos hasta el momento de estar listo para ser padre no sólo mejora la propia vida, genera mayores oportunidades en la vida de los hijos”, dijo Sawhill.

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