El recluso Pedro Pablo Ramirez, de 47 años, murió en circunstancias no esclarecidas en un cuartel de la policía.
Ramírez se encontraba cumpliendo una medida de coerción de tres meses, por haber matado a su expareja, Narlin Yangelis Galán Rosario, de 16 años, en el sector Hernando Alonso, aún esperaba su traslado a la cárcel de La Victoria.
Según versiones, el recluso había ingerido unos alimentos entregados por el padre de la victima, quien supuestamente se encuentra detenido.
Su muerte aún no ha sido aclarada por las autoridades.