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Los productores de San Juan sólo han aportado 30,000 quintales de habichuelas para el pago de la deuda que tiene el país con Venezuela por la compra de combustibles a través del acuerdo de Petrocaribe.
Así lo informó Manuel Matos, presidente del Comité Agropecuario Unitario de San Juan, quien destacó que el Ministerio de Hacienda ha asumido el pago a Petrocaribe de manera unilateral, sin incluir ni al Ministerio de Agricultura ni al Banco Agrícola.
Cuando se habló de Petrocaribe me fui a Venezuela para empaparme del proyecto, pero esto lo manejaron burocráticamente desde Hacienda y no permitieron que el Ministerio de Agricultura ni el Banco Agrícola se ocuparan de eso; en Hacienda incautaron ese programa de pago sin saber de producción agrícola, dijo Matos.
El primer año, de 210,000 quintales de habichuelas que había que mandarle a Venezuela sólo se produjeron 30,000 en San Juan, el resto, 180,000 los aportó otro sector que no es netamente agrícola.
Sabes por qué, porque Hacienda hizo un compromiso con uno de los grandes importadores de habichuelas que hay en el país. Los 30,000 quintales que aportó San Juan se procesaron en los almacenes de Manuel Castillo Pimentel, el principal importador de habichuelas, entonces la cantidad restante de dónde salió, se preguntó del productor agrícola.
Defiende Petrocaribe. Matos consideró que la propuesta de pago establecida en Petrocaribe puede ser un gran aliciente para el sector agropecuario de la República Dominicana.
A pesar de que solo se habla de habichuelas negras, el mercado venezolano compra leguminosas de todo tipo a Brasil, Paraguay y Argentina.
En ese sentido, lamentó que las autoridades dominicanas no hayan aprovechado las ventajas de la propuesta venezolana para beneficio de la agropecuaria.
Petrocaribe sería una carta de salvación para el agroempresario dominicano que, lamentablemente, no tiene la protección del Estado.
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El plan de pago
El acuerdo Petrocaribe fue creado en 2005 por el presidente venezolano Hugo Chávez, para beneficiar a los países caribeños ante los altos precios que registró entonces el barril del petróleo. Mediante ese acuerdo el país recibe, a una tasa blanda, financiamientos para la compra de petróleo y sus derivados. Como parte del convenio se estableció que el país pagara a modo de trueque, tanto con productos agropecuarios, como con servicios turísticos.
