¿Matrimonio por conveniencia?

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BBC Mundo. Los expertos están de acuerdo en que la cultura es una parte importante de la economía, pese a que no es algo sencillo de medir. En un momento en el que los gobiernos se ven obligados a ajustar sus presupuestos, ¿se puede decir que la inversión en las artes estimula el crecimiento o más bien estas son producto del desarrollo económico?

Poca gente se para a pensar en el impacto económico que tiene visitar una galería de arte o comprar una entrada para el teatro. Pero en Estados Unidos en 2010, el arte y la cultura generaron US$132.000 millones y crearon más de cuatro millones de puestos de trabajo, según datos de la organización sin fines de lucro Americans for the Arts.

«No siempre se puede decir que la inversión es directamente responsable de ese mayor crecimiento económico», señala Sunil Iyengar, director de investigación del Fondo Nacional de las Artes, una agencia del gobierno de EE.UU.

«Creemos que se puede establecer esa correlación, pero debe ser apuntalada por más investigación», señala.

Es por eso que algunos de los centros de estudios más prestigiosos y agencias gubernamentales se están uniendo para analizar la información existente para encontrar una nueva forma de medir el impacto económico de la cultura.

No sólo se está explorando el vínculo entre las artes y la creación de empleos. También intentan averiguar cómo el valor subjetivo de la cultura -el factor de la felicidad- puede transformarse en beneficios económicos.

Valor subjetivo. Expertos sostienen que la mera presencia de cultura y artistas contribuye a un aumento de la productividad en otras áreas.

«La cultura da algo que hacer cuando no se está trabajando y hace que la gente quiera vivir en esas comunidades», afirma Michael Rushton, de la Universidad de Indiana.

«Normalmente la gente que se siente más atraída por la cultura está más educada y tiene una mayor movilidad. Consumen más y aumentan la recaudación de impuestos y llevan empresas a esas zonas», señala Rushton.

Este experto también está analizando si la mera presencia de cultura y artistas contribuye a un aumento de la productividad en otras áreas.

«¿Hace que las compañías sin relación con el arte sean más innovadoras? ¿Trabajan mejor aquellos que disfrutan de una escena cultural más creativa y vibrante cuando no están en el trabajo? ¿Les da nuevas ideas?», se pregunta Rushton.

«Creo que las artes tienen todos esos efectos positivos», asevera.

La reciente recesión económica ha demostrado la vulnerabilidad de las comunidades que dependen de determinadas industrias para sobrevivir. Detroit sufre todavía los efectos del colapso de la industria del automóvil y Washington DC se quiere quitar la reputación de ciudad dependiente de las agencias gubernamentales, sobre todo ahora con la crisis de los presupuestos públicos.

«Es difícil saber cómo será la economía en 20 años», señala Harriet Tregoning, directora de la oficina en Washington de la organización Planning.

«Se está destruyendo mucha creación en estos momentos. Los lugares que sobrevivirán serán aquellos que de a la población y a los trabajadores las capacidades creativas necesarias para adaptarse», señala Tregoning.

Según la experta, el compromiso con las artes es esencial para impulsar una escena creativa en Washington, aunque no con los tradicionales museos y galerías.

«La cultura es muy importante pero no tan sólo la convencional, como las bellas artes o las artes escénicas. Hay que impulsar todo tipo de trabajos creativos. Deben incluir a los medios, los medios digitales, la arquitectura y el diseño. Son cosas muy importantes para nuestra ciudad», señala.

Barrios culturales. Zonas como Miami Beach se han visto beneficiadas por un aumento de las actividades culturales.

Cada año ArtPlace, una organización sin fines de lucro apoyada por instituciones financieras y agencias gubernamentales, publica una lista de comunidades vibrantes que combinan con éxito cultura y negocios para promover el crecimiento económico en EE.UU.

Barrios de Washington, Dallas y Miami ocuparon los primeros puestos de la lista. Se les identificó midiendo la cantidad de organizaciones comerciales y artísticas, puestos de trabajo en industrias creativas y el estilo de vida.

Aunque esta investigación proporciona una buena base de datos para futuros estudios, los responsables del listado creen que este no explica qué hizo que esas comunidades evolucionaran de esa manera.

«Sabemos que estas cosas se retroalimentan. Que cuando un sitio desarrolla una masa critica artística tiende a atraer gente con talento y a aumentar los ingresos», señala Joe Cortright, de Impressa Economics.

«Puede que nunca se puedan separar los dos efectos. Pero lo que vemos en todos esos lugares es que las artes juegan un papel importante en el proceso».

La naturaleza exacta de ese papel es algo que la Oficina de Análisis Económico de EE.UU. espera descubrir. Por primera vez, intentará calcular cuánto contribuye la cultura al Producto Interno Bruto del país.

Los primeros resultados se conocerán en 2014.

«Tener acceso a esta información de calidad y ser capaz de entender cómo industrias especificas de la cultura sobreviven con el tiempo nos dará una mejor idea del sector», dice Sunil Iyengar.

«Eso llevará a políticas más racionales de inversión en las artes y permitirá saber dónde se encuentran las oportunidades para el crecimiento económico».

Iyengar cree que el valor de las artes no debe ser medido tan sólo en términos económicos, aunque es importante entender su impacto financiero.

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