POR AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
Yo no puedo ver nada de lo que no quiera hacer un apunte y luego un cuadro. Todo lo que veo y todo lo que pienso lo transformo en pintura. Yo creo que la obra se pinta antes en la mente, después se transforma en cuadro. No creo en pintar por pintar. Si un día no me siento bien pintando o no soy yo, entonces no lo hago. Cuando pinto, tengo que sentirme motivado. Tengo que estar cómodo y muy claro de lo que estoy haciendo.

Maurizio Raissent, 2006.

El Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (CODAP) ha estado presentando (desde el 15 hasta el 28 de febrero) una de sus más decentes exposiciones dentro del calendario de actividades que viene desarrollando la actual gestión que encabeza el pintor ochentista Octavio Paniagua. Se trata de El Color del Caribe, del artista italiano Maurizio G. Raissent, quien ha estado residiendo, trabajando y exponiendo en nuestro país en los últimos tres años.

Maurizio Raissent es un artista autodidacta. Desde su niñez se destacó por su habilidad extraordinaria en el dibujo, siendo premiado en diversas ocasiones por sus primeros maestros. Nacido el 17 de agosto de 1960, en Torino, ciudad industrial del norte de Italia y donde una carrera artística no era lo habitual para un muchacho de buena familia.

Aunque atraído en su adolescencia por los formidables paisajes venecianos del Canaletto, Raissent optó por los estudios de administración de empresas, informática e idiomas, pero siempre se las ha arreglado para mantenerse existencialmente compenetrado con el arte. Hace 12 años decidió retomar su temprana inclinación, realizando una notable cantidad de obras en los estilos realista e impresionista. Luego, al trasladarse a la República Dominicana, estudió y trabajó durante un año bajo la orientación del reconocido artista dominicano Alberto Bass, desarrollando una corta producción de filiación hiperrealista.

Compuesta por más de veinte obras de medianos y pequeños formatos en óleo, acrílica y técnica mixta sobre tela, El Color del Caribe es una muestra en cuyo cuerpo de obras advertimos, por lo menos, una docena de piezas que se sostienen por su dignidad de resolución conceptual y por su resistente factura estética, tales como Arlequines del Caribe, Vegetales en el Mercado de Santiago, Al compás del Son, El Alma de la Música, Flores para María, Instrumentos del tiempo, Navidad Caribeña, Noche de Fiesta.

Deslumbrado por la riqueza de los contrastes cromáticos de la naturaleza y la realidad sociocultural del Caribe, fascinado por el calor humano, por la afabilidad del dominicano, por la cadencia energética de sus expresiones musicales, por los destellos y transparencias de la luz solar, los azules ultramarinos, los verdes del paisaje y hasta por las alucinantes visiones nocturnas del trópico secular, Maurizio Raissent prefiere las composiciones formalmente meditadas y las atmósferas de una policromía ardiente y explosiva. Estructuras geométricas de sensible rigurosidad expresiva. Sensualidad de las formas. Ritmos y espacios reflexivos. Superficies reactivas y ficciones pictóricas que nos permiten vislumbrar su posibilidad operativa en tanto realidades simbólicas imprevistas. En estas obras, el artista asume su oficio con una actitud abiertamente especulativa y experimental ante el hecho plástico y ante su propia práctica creativa.

Asímismo, una reflexión anterior e interior marca el proceso creativo de Maurizio Raissent. Para yo poder expresar lo que he querido y quiero expresar actualmente a través del arte he tenido que cambiar los colores de mi obra. Porque yo he pintado mucho en Europa. He hecho muchos bodegones, muchos paisajes y muchas acuarelas con colores fríos. Pero antes de yo representar el sol, la alegría del pueblo dominicano con los colores del Caribe, he tenido que pensar primero en los tonos, en los matices del color, en las formas y en el tipo de dibujo.

El tiempo y el oficio marcarán el rumbo definitivo de la prolífica producción pictórica de Maurizio, puesto que el arte, como manifestación del espíritu, se perfecciona a través de la meditación y la maduración_ En efecto, con esta observación acierta lúcidamente Alberto Bass cuando nos advierte sobre las cuestiones claves que determinaran el proceso que habrá de seguir la obra pictórica de Maurizio Raissent. De manera que, tanto su práctica creativa como su obra y su trayectoria profesional se inician de aquí en adelante.