La madre moderna ha sido catalogada como la heroína del hogar, porque tiene a su cargo los cuatro roles más trascendentes en cada núcleo familiar de estos tiempos modernos, que son:

1) La divina función de la procreación y lo que todo eso implica, desde el embarazo hasta el parto.

2) El cuidado de su criatura con la fundamental lactancia a base de mucha ternura y amor, cargando con la responsabilidad de enseñar a ese hijo a saber amar y a tener una visión realista de su vida, dándole seguridad y motivación, para bien adaptarse a su entorno social, que se inicia en el valioso hogar. Sigue a la escuela y culmina en el vasto mundo del pragmatismo del trabajo, donde vivirá la dinámica del compañerismo grupal.

3) La maravillosa condición de esposa ejemplar con la más delicada dedicación y entrega al esposo amado, quien siempre reclamará amor, atenciones y las normales satisfacciones sexuales. En fin, tendrá que saber distribuir sus cálidas ternuras en forma equitativa para evitar conflictos entre los reclamos y deberes con su esposo y los hijos.

4) El agotador trabajo fuera del hogar, donde la madre moderna, ya más preparada en lo intelectual, en lo académico y profesional, se encuentra en mejores condiciones para ayudar a su compañero a completar el elevado presupuesto que se exige en estos tiempos de inflación, el pago de casa, colegio, alimentación, salud y una mínima higiene mental, a través de una sana diversión para toda la familia.

Ante este fardo de gastos y responsabilidades que implica tener un hogar y una familia sana, las nuevas parejas se han visto obligadas a reducir el número de hijos a procrear, que en nuestro país está en un promedio de 3, y sigue bajando a 2 hijos por familia de clase media. Se podría llegar a las estadísticas alarmantes de Europa y Estados Unidos y Canadá, en donde ha bajado a 1.2, cantidad de hijos, por familia, o que ha creado el problema de que son sociedades donde prevalecen los viejos y no existen los jóvenes necesarios para realizar las demandas de trabajo que exige el desarrollo de estos países, por lo que se han visto obligados a buscar manos de obra en el tercer mundo.

Deseo felicitar a esta verdadera heroína de la familia dominicana, que es la Madre, en su día, por asumir con valentía estos 4 deberes, lo que debemos reconocer que tiene un elevado efecto en su equilibrio emocional, pues vive muy tensa y angustiada, que la pueden llevar en ocasiones a presentar cuadros depresivos, crisis histéricas o conversiones psicosomáticas, como cefaleas, fatigas crónicas y obesidad, por cuyos motivos muchas han visitado nuestro consultorio.