El presidente de Alianza por la Democracia (APD), Max Puig, criticó ayer la decisión del Gobierno de instalar dos plantas generadoras de electricidad de carbón, por considerar que “hará más daño que bien al país”. Puig pidió al Gobierno desistir de la idea, porque, según advirtió, el carbón mineral es la fuente de energía más sucia y contaminante que existe, ya que afecta al aire, los cuerpos de agua y pone en grave peligro la salud de las personas.

Instó a las autoridades que recapaciten sobre la inversión en “ese tipo de energía contaminante”, porque la combustión del carbón es altamente dañina a la salud. Puig dijo que el Gobierno “pretende convencer al país de que esa fuente de energía es la más barata, pero no lo es”, porque no toman en cuenta los gastos adicionales en salud por los elementos tóxicos que produce el carbón mineral.

“Para colmo, el Gobierno se propone endeudar más al país haciendo una emisión de Bonos Soberanos por valor de dos mil millones de dólares con la finalidad de materializar ese proyecto”, señaló Puig. En cambio, dijo que apoya las energías limpias o renovables, hidroeléctricas, eólicas y fotovoltaicas, y que mientras se desarrolle un parque energético a base de esas fuentes, recomendó optar por plantas de gas, como una solución inmediata.

Criticó que mientras aquí se quiere utilizar esa forma de generación de energía, hace seis meses se reunieron los ministros de energía de diferentes países del mundo, entre ellos China, Estados Unidos y la Unión Europea, en la que decidieron eliminar o disminuir la energía de carbón debido a los altos niveles de contaminación y el grave daño a la salud que ese tipo de combustible produce.