Santiago de Chile.-La República Dominicana pudo atenuar los impactos negativos de la crisis mundial porque apeló al diálogo social para intercambiar con actores públicos y privados para conformar un pliego  de medidas consensuadas que permitieron mantener el crecimiento económico, así como mantener una tasa de cambio estable y un índice inflacionario de menos de un dígito.

El señalamiento lo hizo el doctor Max Puig, ministro de Trabajo, subrayando  que es una necesidad insoslayable en los momentos de crisis promover  la unidad y la participación de todos los sectores bajo la iniciativa del gobierno, para consensuar medidas destinadas a evitar efectos traumáticos en economías vulnerables como la nuestra.

Puig, al exponer a nombre del gobierno de la República Dominicana ante cientos de delegados en el marco de la 17ª. Reunión Regional Americana de la Organización Internacional del Trabajo, celebrada en la capital del país sudamericano, sostuvo que la Cumbre Nacional, promovida por el presidente Leonel Fernández, en enero del año 2009, fue una iniciativa atinada para desarrollar debates con los más variados sectores de la nación  y aplicar las medidas correctas ante una crisis global de consecuencias imprevisibles.

Explicó que este encuentro  produjo una serie de medidas que abarcaron la economía, competitividad, el sector financiero, medioambiente, seguridad publica, políticas sociales, la producción y la productividad.

Indicó que la cumbre promovida por el gobierno dominicano fue un diálogo inclusivo, donde participaron en los debates y las propuestas dirigentes sindicales y  empresariales, así como expertos en diferentes ramas, ministros, activistas de la sociedad civil y otros funcionarios.

Dijo que producto de la actividad se redujeron las tasas de interés e impuestos,  se prorrogaron exoneraciones y se pusieron en marcha programas sociales como la ampliación del Seguro Familiar de Salud y el aumento de la cobertura del Régimen Solidario de la Seguridad Social.

Añadió que tras la Cumbre también fue pensionada una considerable cantidad de personas y se incorporaron más de medio millón de ciudadanos y ciudadanas al programa Solidaridad del gobierno.

Además de Puig, la delegación dominicana estuvo integrada por Gabriel del Río Doñé, por el sector sindical, Pedro Rodríguez, por el sector patronal y Andy Mieses, viceministro de Trabajo, quien fue seleccionado por el pleno del encuentro de la OIT, como miembro de la Comisión Redactora de las Conclusiones de la 17 Reunión Regional Americana.

El cónclave registró una alocución del presidente de la República de Chile, Sebastián Piñera, y  la apertura estuvo a cargo de Juan Somavía, Director General de la OIT, mientras que fue elegida a la presidencia de la reunión, Camila Merino Catalán, Ministra de Trabajo del país anfitrión  y el vicepresidente  de Colombia, Angelino Garzón, pronunció un discurso sobre la situación laboral y la seguridad social  en su país, entre otros temas.

Asimismo, en el desarrollo de la actividad se dirigió a los presentes, el director de la Oficina Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Jean Maninat, quien presentó el informe titulado “Década del Trabajo Decente en las Américas: 2006-2015”, estableciendo un primer balance y perspectivas de la Agenda  Hemisférica.

Durante la jornada se formaron varias mesas temáticas de representantes gubernamentales, de empleadores y de trabajadores, así como se establecieron las comisiones de verificación y de redacción de las conclusiones.

Además de República Dominicana, Venezuela y Chile, en la reunión hubo representación tripartita de Estados Unidos, Canadá, Brasil, México,  Argentina, Venezuela,  Uruguay, Paraguay, Colombia, Perú, Costa Rica, Nicaragua Bolivia, Perú, El Salvador, Honduras, Belice, Trinidad y Tobago, Belice, Bahamas y Suriname, entre otros.