May tiene motivos para temer, pese a victoria de ley de Brexit

May tiene motivos para temer, pese a victoria de ley de Brexit

Tim Ross

La victoria más reciente sobre el Brexit debería alegrar a Theresa May, pero podría costarle caro.
En la tarde del miércoles pasado, la primera ministra persuadió a la Cámara de los Comunes para que respaldase su proyecto de ley original de 137 palabras y comenzar la salida de la Unión Europea.
Su única concesión a los diputados fue que el Parlamento debería hacer una votación temprana sobre el pacto final.

Mientras la Cámara de los Lores se apresta a debatir el proyecto de ley, la pregunta ahora es si esa decisión no fue más que un caramelo para ganarse a los rebeldes del Partido Conservador gobernante de May, o si resultará ser una concesión significativa que podría descarrilar su estrategia del Brexit más adelante.

El equipo de May argumentó que ella simplemente confirmó que los parlamentarios tendrán la opción entre aceptar su propuesta o salir de la UE sin ningún trato.
El ministro del Brexit, David Jones, advirtió que la primera ministra nunca regresaría a la mesa de negociación para pedir un mejor pacto a los líderes de la Unión Europea.

El portavoz sobre Brexit del principal partido de oposición cree que se trata de un farol del Gobierno.

“La idea de que la primera ministra de verdad dijese en 2019: ‘Bueno, en vez de volver y ver si puedo mejorar y satisfacer al Parlamento, simplemente me iré dando un portazo’, sería un acto irresponsable”, dijo el miércoles Keir Starmer, del Partido Laborista, a la radio de la BBC.
¿Mano débil? En ese, que sería el peor de los casos, May y sus pares europeos tendrían que decidir si realmente querrían ver la imposición de aranceles de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

“Que ello verdaderamente sea la opción disponible dependerá del ánimo político de entonces”, dijo Alan Renwick, de Constitution Unit, el centro de estudios constitucionales de University College London.
“Por el intenso deseo, en el Reino Unido y la Unión Europea, de evitar un Brexit duro y desordenado, habría un esfuerzo agotador para encontrar una alternativa en caso de una votación parlamentaria contra el acuerdo”, dijo.

Según Renwick, el Gobierno de May “bien podría colapsar” si los diputados rechazaran el borrador del acuerdo final. El Gobierno “por ende hará todo lo que pueda para presentar un trato que el Parlamento aceptará”.

La Unión Europea también tiende a dar un paso atrás a último minuto cuando está al borde del desastre.
“También sabemos por la crisis de la eurozona que la UE puede tambalear al borde de un precipicio sin llegar a caer”, agregó Renwick.

En menos de dos semanas, el proyecto de ley se enfrentará a la Cámara de los Lores, donde el Gobierno carece de mayoría.
Si bien podría recibir un tratamiento más duro en la cámara no electiva, es improbable que el proyecto sea bloqueado, lo que le da amplio tiempo a May para cumplir su plazo de promulgar el artículo 50 para el 31 de marzo.

En última instancia, el estado de la economía en los próximos dos años podría dictar la dirección del Brexit. Un pronunciado bajón económico tiene el potencial de hacer que los votantes reconsideren salirse de la UE, ofreciendo a los enemigos de May la oportunidad de una revancha.

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