Mayor concentración de riqueza del post-reformismo

Mayor concentración de riqueza del post-reformismo

Contrariamente a lo que determinados sectores pretenden hacer creer, las políticas de los gobiernos posteriores al reformismo han derivado en una mayor concentración de la riqueza nacional en pocas manos, tomando como base cifras ulteriores elaboradas por gobiernos de otros partidos y organismos internacionales.

Mientras para 1998 el estrato alto constituido por el 10% de la población disfrutaba el 37.4% de la riqueza (página 43 dehttp://www.bancentral.gov.do/publicaciones_economicas/otros/tomov_pobreza.pdf); para 2011, esta proporción de la población incrementaba su riqueza en un 4% (página 21 del “Panorama social de América Latina” elaborado por CEPAL. (http://www.eclac.org/publicaciones/xml/5/48455/PanoramaSocial2012DocI-Rev.pdf)

Si ponderamos que este mayor enriquecimiento de la población favorecida por la riqueza fue a costa del empobrecimiento de los desfavorecidos, se concluye que las políticas reformistas propiciaron una distribución más justa de la riqueza que las implementadas por partidos que le sucedieron: Para 1998, el 40% de los estratos desfavorecidos que disfrutaban del 14% de la riqueza, se empobrecieron para 2011 en la misma proporción (4%), que el enriquecimiento se concentraba en estratos privilegiados de la población.

Estas comparaciones permiten afirmar que los gobiernos que sucedieron al reformismo agravaron la concentración de la riqueza en menos manos a costa del sacrificio de los desfavorecidos que constituyen la mayor parte de la población.

Y traducen grandes lecciones a la ciudadanía, a los partidos y al gobierno.

Los ciudadanos debemos aprender a distinguir entre praxis y discurso; sobre todo ante la tendencia en este a simplificar, etiquetar y descalificar, muy dada en determinados círculos políticos e intelectuales. Frecuentemente escuchamos calificativos etiquetados sobre el reformismo, carentes de demostración, tales como ser un partido conservador o al servicio de intereses empresariales; tanto que muchos de sus supuestos representantes principales lo han llegado a tomar como cierto hasta asumirlo en sus discursos promocionales.

Los análisis precedentes dan un mentís a estas calificaciones, demostrando lo contrario: el reformismo ha sido la corriente político-partidaria que más ha contribuido a disminuir las desigualdades sociales luego de decapitada la dictadura de Trujillo.

Los partidos deben aprender la lección que no basta revestirse ni abrogarse etiquetas retóricas sobre consignas revolucionarias o liberalizadoras para conquistar adhesiones;sino que deben prepararsey capacitarse para traducir éstas consignas en ejecutorias gubernamentales cuando el electorado le otorgue el favor de conferirle la oportunidad de gobernar.

E induce a gobiernos, ahora de Medina, para aprovechar la oportunidad de oro que tiene de vindicar y honrar las intenciones sociales de justicia y solidaridad, expresadas por el fundador del partido que ha gobernado 14 de los 18 años transcurridos después que el Presidente Balaguer fuera destronado del poder en 1996.

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